Las pruebas de ADN practicadas al cadáver hallado en un paraje de Aldeanueva de Barbarroya la semana pasada y que se da por hecho que se corresponde con el cazador desaparecido en Belvís de la Jara -Antonio Fernández- hace ya más de cuatro meses podrían estar listas la próxima semana, según avanzó a este diario el abogado de la familia del finado, Jesús Lázaro Ruiz.
El letrado comentó que todavía la familia no ha recibido comunicación del resultado de estas pruebas, aunque se estima que estarán listas en los próximos días. Lázaro recordó que dichas pruebas, para evitar cualquier tipo de error, conllevan toda una serie de protocolos que son los que están retrasando el resultado de las mismas, que se practican sobre los restos duros del cuerpo, tales como huesos o dientes.
Lo que sí está claro ya es el resultado de la autopsia, aunque hasta que no se confirme que el cuerpo se corresponde con el cazador, la familia no podrá conocer los pormenores de la misma. Un asunto clave para determinar cómo se produjo el fallecimiento, ya que las versiones de los acusados son contrarias. De esta forma, mientras que uno dice que fue un disparo fortuito, el otro argumenta que oyó un disparo y cuando se volvió la víctima estaba en el suelo. Tanto es así, que el abogado de R.G., que es quien sostiene la primera versión, ha tildado el motivo del suceso de «enigma».
Saben que es él. En cualquier caso, el letrado de la familia aseguró que ésta está convencida de que el cadáver encontrado, y en avanzado estado de descomposición por el paso de los meses, es el de su pariente, ya que las evidencias así lo ponen de manifiesto, pues durante las investigaciones se encontraron las ropas que llevaba Fernández el día en que fue visto con vida por última vez.
En este sentido, aseguró que están deseando de poder recibir el cuerpo para darle sepultura y terminar así con muchas semanas de calvario hasta que finalmente la pasada era encontrado el cuerpo. Sin embargo, aclaró Lázaro, prefieren esperar a que todas las pruebas estén bien claras para que no se produzcan errores que demoren aún más la entrega del cadáver.
Fue uno de los acusados, F.A., quien tras su detención la semana pasada indicaba a los investigadores de la Guardia Civil donde se encontraba el cuerpo, poniendo de este modo fin a uno de los sucesos más relevantes de los acontecidos en la provincia de Toledo durante los últimos ejercicios.