Fuentes de la familia indicaban a La Tribuna que desde el hallazgo del cadáver los sentimientos están encontrados, porque «por un lado teníamos un pequeño hilo de esperanza, aunque todos nos temíamos lo peor, y ahora que ha aparecido se ha perdido esa poca esperanza que teníamos de que esta gente lo tuviera retenido en algún lugar».
Estas fuentes reconocían que a medida que iban avanzando las investigaciones, las esperanzas iban mermando hasta ser «mínimas», así que lo que queda es «muy mal sabor de boca». Eso sí, la familia quiso ayer reiterar la «excelente labor que ha hecho la Guardia Civil, sin olvidar la colaboración ciudadana, que ha sido muy importante a lo largo de estos meses».