El alcalde de Belvís de la Jara, José Luis Fernández, tenía claro que antes o después las detenciones de los causantes de la desaparición del cazador iban a tener lugar. «Todos sabíamos que estaban detrás, pero mientras el juez no les ha podido coger no han cantado. Cuando los han tenido encerrados es cuando han cantado y cuando han dicho donde estaba el cuerpo, porque si no, no se hubiera podido encontrar», indicó ayer a este diario.
Fernández, que acompañó a la Guardia Civil en la búsqueda del cuerpo del fallecido, que por el paso del tiempo ya estaba irreconocible, indicó que ésta arrancó en la tarde del viernes pero que no fue hasta bien entrada la madrugada -sobre la 1,00 o las 2,00- cuando se procedía al levantamiento definitivo del cadáver, que el alcalde espera sea pronto entregado a la familia para poder darle sepultura.
Respecto al móvil del crimen, el primer edil indicó que haberlo lo tiene que haber, aunque, desde su punto de vista, sería mejor no saberlo, ya que el finado tiene familia e hijos que podrían sufrir si se ahonda más sobre los motivos que llevaron a este dos hombres a acabar presuntamente con la vida de Antonio Fernández, algo que, desde su punto de vista, tenían preparado.
«Todos pensamos cosas, pero una cosa es lo que pensemos la gente y otra la realidad, pero está claro que algo había», agregó el alcalde de Belvís, que indicó que uno de los detenidos residía en Minas de Santa Quiteria, una pedanía de Sevilleja de la Jara. E igualmente informó que la mujer detenida es de nacionalidad rumana.