Jorge Jaramillo

Mi media Fanega

Jorge Jaramillo


La debida cortesía

24/02/2025

La visita del comisario de Agricultura de la Unión Europea a España nos deja aires aparentemente renovados y de buenas intenciones políticas para transitar hacia otro modelo de PAC. 

Tras la recepción organizada por el ministro Luis Planas en Madrid, flamante y cortés anfitrión del luxemburgués, todos parecen haber aceptado como válidos los objetivos revisionistas de Christophe Hansen, plasmados en la 'Visión de la agricultura y la ganadería 2040' que había presentado públicamente horas antes en Bruselas. Creen que son un buen punto de partida, después de las tractoradas, pese a que el documento peque todavía de retórica en sus 28 páginas por la falta de un compromiso presupuestario, ya que el marco financiero plurianual (MFP) se presentará previsiblemente después del verano.
Por lo tanto, sin haber ido nadie mucho más allá en los análisis, la amplia representación agroalimentaria del país, con la misma cortesía política que brindaron en la audiencia los consejeros de las comunidades autónomas, reconocen que hay un cambio de tono y de rumbo. 
Sentados, expectantes y escuchando atentamente su discurso, sentenciaron que representa un giro en la narrativa cuando comprometió, por ejemplo, una reciprocidad fitosanitaria urgente frente a la importación de terceros países; aunque ojo porque también dijo que la Comisión no renunciará a lo que funciona de la reforma en vigor, para no generar inseguridad a los productores a la hora de planificar sus inversiones.
Hansen aludió a problemas concretos de España como la sequía, para la que dijo tener un plan que negociará con otras comisarías del gobierno de Europa. No aclaró si lo ve como un problema estructural, tal y como reivindican los países del sur, pero sí dijo que otros estados del norte como Hungría, ya tienen serias incidencias. También mencionó al lobo en la reunión con los consejeros autonómicos, ante la mirada atenta de algunos, como asumiendo la desazón de los ganaderos que siguen reclamando un equilibrio más justo. 
Y con un fluido y sorprendente castellano, colocó ante la audiencia un mensaje central: «La UE protegerá al sector agroalimentario de la competencia desleal», erigiéndose como el máximo portavoz del nuevo gobierno que arranca haciendo equilibrios -no dejemos el dato atrás- gracias también aquí a la cortesía parlamentaria de la Eurocámara tras el acuerdo de populares, socialdemócratas y liberales, como se ha visto en las primeras comisiones parlamentarias y comparecencias. Y no es un detalle menor.
En la presentación del esperado documento ante los medios de comunicación de Bruselas, el Comisario irrumpió en la sala de prensa junto al vicepresidente Raffaele Fitto, el candidato que impuso Giorgia Meloni para desbloquear la ratificación de la nueva Comisión tras la primera negativa de los populares de España a la candidatura de Teresa Ribera como vicepresidenta primera del Ejecutivo de Von der Leyen. 
No hay que obviar en todo caso, como se ha visto en la campaña de las elecciones de Alemania, que la ola trumpista sigue marcando la agenda, y seguramente será la causante de las primeras dudas si la ultraderecha europea sigue idolatrando la figura de Donald Trump con esa otra particular, generosa e incomprensible cortesía, (al margen de la afinidad ideológica), que hace difícil explicar por qué es buena esa política arancelaria que ya está alentando otras guerras comerciales, cuando el sector agroalimentario es el de mayor vocación exportadora de toda Europa.