Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Cultura

01/04/2024

Winston Churchill dejó frases que forman parte de la Historia. Entre las muchas a él atribuidas, está la que, ante la propuesta que se hizo en Consejo de ministros de llevar a cabo una reducción en el presupuesto destinado a Cultura, para poder hacer frente a los gastos necesarios para soportar las consecuencias de la guerra, la respuesta de Churchill fue tajante "¿Quitarle el presupuesto a la cultura? ¿Entonces para qué luchamos?"

Puede que podamos recordar quién fue el autor de "Los episodios Nacionales", o de "La Regenta", así como reconocer una obra de Picasso o de Dalí, pero seguro que tendremos que investigar quién era el presidente del Gobierno de España en el momento en que dicha obra se llevó a cabo y no digamos el esfuerzo que nos supondrá identificar al titular de la cartera de Instrucción Pública o de Educación contemporáneo del autor correspondiente.

Este gran país que es España, lleno de historia y ciudadanos ejemplares, sigue muy lejos de destinar los fondos necesarios a Educación y no digamos ya a Cultura. Es más, hay mucho responsable político que confunde la política cultural con la de festejos, limitándose a llevar a cabo actuaciones en estos, lo que es necesario, sin dotar un solo euro a la Cultura, sea con minúscula o con mayúscula. El primer ministro de Cultura fue Pio Cabanillas en 1977 dentro del primer Gobierno de Adolfo Suarez. Luego ha habido de todo, grandes personajes como Javier Solana, Jorge Semprún, Jordi Solé, Soledad Becerril, César Antonio Molina, y mediocres, cuyo nombre no merece la pena citarse. Pero casi siempre sin proyecto definido y, siempre, sin el presupuesto necesario. Y así nos va. En 1804 se publica el llamado Plan Operativo Británico de Thomas Maitland, con la intención de convencer a inversionistas británicos de como vencer a España y conquistar económicamente Sudamérica. La derrota de la mayor flota británica de la historia en la batalla de Cartagena de Indias (¿saben Uds. quien fue Blas de Lezo?) les convenció que era mejor lograr derrotar a España logrando denostar su imagen. Así consiguen que personajes como Bolívar, el Libertador para muchos y verdadero agente de los británicos, logra que, gracias a su liderazgo contra España, mal gobernada por el impresentable Fernando VII, se independicen los países sudamericanos formando un puzle que permite que Inglaterra se apodere de más de un BILLÓN DE DÓLARES en oro de las reservas de Reales Haciendas. Y encima, los españoles hemos quedado para la Historia como los malos mientras los anglosajones son los buenos. Manda narices. Pero es que, como dijo Churchill, "entonces, ¿para qué luchamos?". Somos tan vulnerables que nos autoflagelamos. Dotemos de presupuesto a la CULTURA con mayúsculas y demostremos que, con nuestros defectos, somos bastante menos malos que los demás. La cultura es la estructura que da sentido a la vida de una sociedad. Es lo que define cada época, el legado que podemos dejar a nuestros hijos.