Otra vez. Una y otra vez, picamos en la misma trampita que nos pone la izquierda en toda España. Al final, ese refrán que dice que el humano es el único ser viviente que tropieza 2 veces en la misma piedra, se ve superado por la realidad. El español, es el único que se las traga dobladas, de manera reiterada, y no se da cuenta, ¿o no es así?
A falta de varias semanas para las elecciones gallegas, montaron un campañón, gratuito, dedicado a los allegados "ecolo-jetas" gubernamentales, sobre los vertidos de pelets plásticos en el Atlántico, eso iba a enterrar al gobierno de Rueda y mostraba la debilidad de Feijóo en España.
Nos montan, sucesivamente, encuestas del CIS de Tezanos en la que el atrezzo es más importante que los protagonistas. Sumar y Podemos aglutinan titulares con sandeces, sin política gallega. Nos abruman con Sánchez y Yolanda, ellos sí traen votos y cambio seguro. A Rueda ni se le ve, ni se le escuchan sus propuestas electorales, en casi ningún medio de comunicación. Todo queda ahogado en la amnistía y el debate nacional.
Finalmente, la última semana la pasamos diciendo si Feijóo dijo, o no, que perdonaría a Puigdemont, para que vuelvan a darse una cura de humildad los que ven socios fiables en los medios de comunicación pro-Sánchez, muchos y abundantes los unos y los otros. Hace falta otro grupo de comunicación que apoye desde la derecha, lluvia fina.
Con esas campañas se merma la confianza en los líderes del partido que ganó las elecciones generales y, preparan, de manera artificial, caídas en desgracia ante la opinión pública. Su modus operandi lo tenemos claro: agigantar los errores, sacar el peor corte de toda la intervención, editar los vídeos y cambiar el sentido de los titulares, para engañar. Lo de menos es que achiquen los éxitos, lo que pretenden es crear un meme de una figura política de relieve.
No es lo malo que hagan esto o lo otro, que se supone es lo habitual en el enfrentamiento político, lo grave, esencialmente, es que la opinión pública, tú lector, y yo, picamos en todas. Damos la razón al contrario porque miramos con sus ojos, les damos la razón, creemos acertar, porque pensamos ser independientes y no lo somos.