Yo no sé usted, querido lector, pero yo ya estoy hasta los cánones de tanto canon y tanta flauta.
En la ciudad de Toledo nos pusieron un canon de basuras, que duplicaba el IBI y la tasa de basuras que lleva implícita para aumentar la recaudación municipal, esto fue allá por los pretéritos tiempos «pagistas». 
Mientras nos exprimían durante 16 años con más tasas municipales, el ayuntamiento se le llenaba la boca de anunciar superávits, bajadas de deuda y, sobre todo, falta de inversiones en la capital imperial. Así ha pasado, que el equipo de gobierno se ha encontrado las casas consistoriales como unos zorros y todo sin hacer. Arremángate morena, porque vienen curvas, les vinieron a decir hace ya un año, porque el tiempo corre que vuela y ya estamos llegando a la precampaña del 27.
Ahora desde el gobierno regional se aprueba el canon del agua que nos va a pegar un crujido a todos los castellanomanchegos que vamos a tiritar. Y lo mejor de todo, la culpa, que la tiene el gobierno de Page, se la van a endosar otros, pero como los medios de comunicación ya no los leemos casi nadie, parece que no nos enteramos de nada, o eso quieren, que no nos enteremos. 
Vivimos bajo el yugo del titular, haces click y en la noticia no hay nada, está hueca de contenido. Pero lo que también está hueco, cada día más, es nuestra cartera. Tantos impuestos y tanta fiesta pagana. Porque, no lo olvide tampoco, querido lector, somos los paganinis de la fiesta catalana. Esa fiesta dedicada a mayor gloria de romper los lazos de convivencia, de igualdad entre territorios y personas en España. 
Todo por el canon, ahora no es el canon del agua, que tanto le gusta disparar a Page cuando le vienen mal dadas. Es el canon catalán. El que hay que pagar para mantener a Sánchez en la poltrona. Es el canon de la mordaza que le van a poner a los periodistas, con el silencio cómplice de los de las camisetas negras. Es el canon que pagará las costas judiciales y los grilletes de nuestra libertad. 
No olvide querido lector, que si esto lo lee y no lo cuenta, forma parte de ese canon silencioso que paga el silencio.