Está visto que la historia la escriben los que vencen. No es un secreto que el paso del tiempo tergiversa, en muchas ocasiones, los hechos acontecidos en un territorio, en un momento dado. Mírese con una perspectiva de 100 años lo que está quedando registrado en las hemerotecas sobre la Amnistía y la reescritura de la historia de Cataluña. ¿Qué pensarán mis bisnietos sobre el inexistente, irreal e inventado conflicto catalán?
Sobre eso mismo trata la obra que, desde la Escuela Toledana de Igualdad del Ayuntamiento de Toledo presentaron María Lara como autora y Laura Lara como prologuista: Juana I, la Reina cuerda.
En un libro de fácil lectura y una clara demostración de conocimiento y dominio de las fuentes documentales, de los archivos y de las diferentes versiones que nos han llegado de una de las mujeres mejor preparadas de la monarquía española. Pero los historiadores de entonces y los que decidieron la versión de la realidad que había que contar tuvieron la genial decisión de dar un toque de creatividad a un momento crucial de la historia. Una mujer no podía heredar, ella sola, el poder de la corona más poderosa de la Europa occidental y de su creciente poder territorial tras el descubrimiento de las Indias Occidentales.
María Lara y Laura Lara, en una demostración de fuerza y valor, se enfrentaron en la Sala Capitular de las Casas Consistoriales toledanas, a más de una hora de presentación y exposición. Sin leer una línea. Sin consultar una fecha, sin leer un papel, en el que diseccionaron, a través de sus citas tanto en castellano como en latín, que son, a ciencia cierta unas Hijas Predilectas de Castilla-La Mancha excepcionales.
Este talento tendría que estar en la Universidad regional porque, si en Juana I, la Reina cuerda demuestran un fabuloso don para explicar y divulgar de manera cercana los episodios de nuestra historia, en un aula universitaria serían capaces de atraer fondos de investigación. Son, verdaderamente, una mina de conocimiento erudito, pero su capacidad de desarrollo de proyectos y de puesta en valor de nuestra historia, nuestra cultura ayudaría a desterrar la ilusa leyenda negra que nuestros enemigos crearon para minusvalorar las hazañas de nuestros antepasados. Los locos somos nosotros, en este libro queda demostrado.