Nueva jornada y nueva salida, lejos, aunque no mucho, del Salto del Caballo para el CD Toledo. Jornada como visitante, y vuelven a aflorar incógnitas y dudas por las cabezas de todos. Principalmente, la de cuál será el rendimiento del equipo en su primera salida después de dos partidos en casa donde las sensaciones han ido mejorando y los resultados han sido muy positivos.
Realmente, lo único especial de estas dos últimas jornadas es haber conseguido ganar las dos. Hacía mucho, mucho tiempo que algo así no se conseguía en dos partidos consecutivos en el Salto del Caballo. Pero, por otro lado, el rendimiento del equipo en casa siempre, durante esta temporada, ha sido muy satisfactorio.
Ahora, la piedra de toque radica en exportar ese rendimiento fuera de casa, como ya se hizo a principio de temporada, pero como no se está haciendo en las últimas jornadas. ¿Conseguirá en CD Toledo exportar su rendimiento deportivo en el feudo capitalino lejos del Salto?
Algo que creo que puede contribuir a tan necesario cambio es la atmósfera que se respira actualmente en torno al equipo. Esa mejora creciente en lo que al juego se refiere, con la mayor adaptación de las incorporaciones llegadas en el mercado invernal, la recuperación de efectivos y la competencia interna es algo a explotar.
El equipo empezó la temporada con muy buenas sensaciones y batiendo récords en positivo. Pero también creo que algún récord negativo dejarán para la historia estas derrotas pasadas a domicilio. Nada de esto vale ahora,. Es pasado. Lo verdaderamente interesante es si la actual metamorfosis que ha sufrido el equipo continúa en proceso siempre se mejora y crecimiento para que si el plan A no funciona, haya un plan B.
Y, quizás, pensemos que la salida a Noblejas es ideal para consolidar ese cambio, pero nada más lejos de la realidad. Equipo penúltimo clasificado, dolido por últimas derrotas y cero victorias en 2025..., pero un equipo fiel a un estilo y muy dominador en su campo con el balón.
El CD Toledo necesita no caer en la trampa, dejar atrás los fantasmas y saber que los únicos capaces de limitar el rendimiento de los jugadores son ellos mismos. Todo se basa en el respeto máximo al rival y sus circunstancias. 
Y, sobre todo, finalmente, buscar esa lucha infinita por un objetivo que, de no ganar mañana, se pone muy negro. Y eso que esta temporada estamos viviendo una competición en la que los equipos se dejan puntos en partidos imprevisibles, y, como ya he dicho, estoy seguro que está esperando al CD Toledo, solo hay que recoger el guante en forma de victorias.