Saber realmente qué es una cata de vinos, realmente es muy simple, aunque en la mayoría de los conocedores, o que se creen «saber de vinos», a su vez en su mayoría no son profesionales del medio, tan sólo personas que se han ido acercando al vino, desde la mera apreciación hacia él, sin estudios y conocimientos previos. Haciendo que dentro del sector del vino exista un intrusismo sistémico, apoyándole el sector en esas bases, de unos autodenominados expertos, que tan solo por empujones a otros, y mucha caradura se han posicionado en lugares, donde incluso hacen que sus opiniones y comentarios, sean como sentencias inamovibles. Y claro, el sector del vino en su parte productora que se apoya en esos guías, hombres y mujeres, realmente no ha avanzado ni un milímetro desde hace más de treinta años; es decir, que el vino en España, por parte de todos los españoles con edad de saber realmente lo que es el vino, y si son menores también, sigue en el mismo punto de apreciación general, de conocimiento popular y de consumos medios, igual o peor que en los años setenta u ochenta del siglo veinte. Todo ello por diversos motivos, que fundamentalmente siguen danto estos resultados, con medidas de protección al menor por lo del consumo del alcohol, limitando las promociones publicitarias o públicas en horarios «infantiles"», y así se protege la salud. Eso, por una parte, porque en verdad hay que concienciar en salud y buenas maneras a los menores, punto donde se me ocurre una pregunta ¿Cualquier niño, por ejemplo, de Castilla - La Mancha, cuando vea los depósitos de vino de su pueblo, que es lo que debe entender que hay dentro de los depósitos? Porque si se le dice que hay vino, pueda ser que sea peligroso, debido a que se le pueda incitar a su consumo, por lo de tanta protección y cuidado de los menores, ya no digo si la religión de esos menores no sea la católica o cristiana, ahí lo dejo. En estas situaciones, por otro lado, insisto en lo anterior, sobre lo de «conocer el vino», y «potenciar el vino», el resultado es como decía antes, el mismo de hace cincuenta años, no ha crecido nada. Algo que, las entidades encargadas de ello, las públicas y las privadas, empezando por los llamados Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen, las instituciones como Ferias internacionales, o la propia Administración nacional o regional, todo ello lleno de por lo visto «expertos conocedores» del asunto, en cuanto a saber cómo hacer bien la promoción del vino, y por propia experiencia cuando he topado, con algunos de esos escalones, pues eso, son escalones, no son por lo menos rampas de ascensión o crecimiento. Y en la parte privada, que es el espejo de lo anterior, pues tres cuartas partes de lo mismo, porque toda esa parte promotora del producto está llena de gente sin conocimiento, realmente intrusa del sector, que personalmente solo quiere ganar (mucho) dinero, obviando el conjunto y la verdadera realidad del sector.