Imagino que con el interés y el amor desenfrenado que en Talavera se tiene por lo suyo no muchos lectores sabrán que esa palabra tan rara que titula la columna de hoy. No se trata del nombre de un nuevo grupo de teatro independiente nacido en Talavera, o tal vez algún consorcio de reparto de artículos navideños gratuitos, AGRATA es la Asociación de Ganaderos de la raza de ovinos talaverana. Sin grandes averiguaciones parece que se puede afirmar que en el  momento presente las cosas van bien en esta agrupación que tuvo la temeridad de poner el apellido 'talaverano' a su entidad.
Es que la gran mayoría de las cosas que llevan tal apellido no suelen contar con el respaldo, el apoyo ni siquiera con el mínimo afecto de la ciudad o sus habitantes ni mucho menos por las entidades que están ahí para recoger y apoyar las inquietudes y los proyectos que surgen en la ciudad, no sólo para recaudar dinero de ellos y servirse de los impuestos para vivir bien y perpetuarse. Es que quizá no sean muchos los talaveranos que aparte de los ganaderos y profesionales sepan que existe una raza de ovejas que lleva el apellido 'talaverano': como pichones de Talavera, barra de pan lanchada o talaverana, garbanzos de Talavera, etc. Hace no demasiado tiempo la raza de ovejas pasó por momentos difíciles en los que estuvo cerca de la desaparición, o por lo menos eso me contaron cuando algunos años atrás me tocó hacer un reportaje sobre el asunto para un medio de la ciudad. Por lo que he visto la asociación no sólo ha convertido la raza de ovejas de Talavera en algo floreciente sino que ha conseguido regular las normas y requerimientos, para que no haya dudas de qué animales pueden estar o no englobadas en lo que se llama raza de ovejas talaveranas, con logotipo y normas precisas, exactas y oficiales. Lo nunca visto para las cosas que tienen que ver con Talavera.
El viernes pasado lo que se llama Círculo de las Artes, en el espacio cultural de lo que fue la iglesia de San Andrés se celebró un interesante encuentro, al frente del cual Bene Tapetado mueve a los interesados por Talavera y sus cosas.  En la charla de Miguel Méndez salió a relucir la desidia de los talaveranos como  uno de los principales argumentos de nuestros males. Aunque Miguel no habló ni de garbanzos ni de ovejas ni de pichones, la desidia de los  talaveranos fue uno de los asuntos más repetidos Presentado el acto por mi locutora favorita Isabel Alcojor nos dimos cuenta que la obra  ingente que Miguel ha realizado en todo este tiempo y su enorme valor, una obra que ha quedado para siempre no sólo en los premios otorgados sino en los libros de los que es autor y que contrariamente a lo que yo creería han tenido y tienen una aceptación inesperada lo mismo que su página web  'La mejor tierra de Castilla'.