Seguramente veamos muy lejano ese país, tanto por distancia geográfica como por cultura política. Estoy de acuerdo en cuanto a la distancia geográfica, 10.039 kilómetros dicen en Google que hay de Madrid a Buenos Aires. En cuanto a la cultura política creo que no hay tanta, por lo que vamos viendo. Por supuesto estamos infinitamente más cerca de Argentina políticamente hablando, que de cualquier país normal de Europa.
El resultado de las elecciones presidenciales que se acaban de celebrar en el país sudamericano, tiene una clara causa en la forma en que el peronismo (socialismo argentino) se ha venido comportando con aquella prometedora nación.
Argentina es un país rico en recursos naturales y los gobiernos peronistas pensaban que eso no se iba a terminar nunca. Pensaban, quizá como la aristocracia decimonónica, que teniendo esos recursos serían siempre una potencia. Pero la historia  ha demostrado que la riqueza principal está en las mentes de los habitantes, en su preparación técnica, en su apego al trabajo y en su capacidad organizativa. De esta forma, los aristócratas que no evolucionaron y dejaron todo fiado a las hectáreas, se quedaron hasta sin hectáreas y Argentina está en una situación económica muy comprometida. Su renta per cápita es la tercera parte de la española.
El peronismo ha dedicado su acción política a cultivar la pobreza, que es la forma más fácil de poder comprar votos baratos con los mantener el poder. La mayoría de la población, que carece de futuro, tiene que apostarlo todo a la limosna del estado.
Esta situación ha durado muchos años, pero la desesperación de la población es tal, que ha dado un vuelco.  Ha sido una verdadera explosión. Se ha ido justo a las antípodas de la política peronista y lo ha hecho con tanta fuerza que ha habido diez puntos de diferencia entre quien estaba en el poder y quién promete una verdadera revolución liberal.
¿Cuál será el resultado? Obviamente no tengo la más remota idea, pero cuando veo las maneras de quién va a dirigir el país, sinceramente no me da mucha confianza. ¿Es mejor, entonces, la situación actual? Desde mi humilde punto de vista, no, en absoluto. Inflaciones del 70% no va  a ninguna parte sana, pero el extremo contrario tendrá otras consecuencias que quizá tampoco sean las que hagan felices a los argentinos.
No sé si los socialistas españoles verán, al menos, cuatro dedos por delante de su nariz, pero por muy miopes que sean, deberían tomar nota de la lección argentina. Están consiguiendo el menguante apoyo que aún obtienen a base de engaño y de amenazar con la venida del ogro de la derecha y comprando a cualquier precio los votos que les faltan, cada vez más, para mantenerse en el poder. De momento y con las peores artes lo están consiguiendo y supuestamente tienen cuatro años por delante, pero también cuatro años se pasan, como pasó la peste. ¿Cuál será la reacción de los ciudadanos, cuando esta caterva impresentable acabe con las vergüenzas a la vista? Espero que la madurez de la mayoría, impida que la reacción sea explosiva. Nadie ganaría con ello, pero si así fuera, los responsables no son otros que quienes se empeñan en demonizar a la mitad de la población en lugar de buscar el acercamiento, la unión y la moderación.  Ya Veremos…