Le digo que compre una dosis de dignidad porque no creo que usted la tenga. Nunca la tuvo. Llegó a la política vestido con el birrete de doctor en economía conseguido falsamente: según se ha hartado de publicar la prensa su tesis doctoral ni es suya, se la han escrito, y está llena de plagios. Perdone usted si le han ofendido estas publicaciones, pero usted jamás presentó ninguna denuncia para defender su honestidad. ¿Por qué?
En el primer acto electoral que se celebró en su propio partido, a usted le sorprendieron con una urna que usted y los suyos ya habían llenado de votos cuando la elección no había comenzado. Tampoco presentó usted denuncia alguna contra esta grave imputación. ¿Por qué?
Ganó unas elecciones con la promesa de no coaligarse con PODEMOS. Supuestamente no podría dormir si miembros de esta fuerza política estuvieran en el gobierno. Le faltó a usted tiempo para abrazarse con el líder de PODEMOS y hacerle nada menos que vicepresidente del gobierno. ¿Esto no es mentir?
Iba a traer a Puigdemont para juzgarlo por rebelión, Ha sido usted quien ha enviado emisarios a reunirse con él, en presencia de un relator internacional para más inri, en el extranjero. Le recuerdo que Puigdemont es un prófugo. ¿A usted no le parece indigno y una humillación para España?
Su opinión y la de su gabinete ha sido unánime defendiendo la inconstitucionalidad de la amnistía… hasta que a usted le han hecho falta los votos del 'prófugo' para seguir en Moncloa. ¿No es esto una traición a los españoles?
Si entramos en su política de nombramientos, usted no ha dudado en cortar el cuello a cualquiera que haya osado oponerse a sus intereses, sea la Abogacía del Estado, la Fiscalía, el Tribunal Constitucional. ¿No es esto sectarismo?
No se ha privado de colocar a los suyos, desde la cátedra inventada para su esposa a los cargos otorgados graciosamente y sin mérito, alguno a su propio hermano ¿No es esto nepotismo?
Ha declarado la guerra a todo aquel que no está en su ámbito político y de intereses. La última, presentar a la Iglesia Católica como si fuera la única institución en la que se han producido abusos sexuales, cuando son una ínfima parte de los desgraciadamente sufridos en el resto de ámbitos: enseñanza familia, deporte, etc. ¿No es esto persecución política?
Se empeña en dividir a los españoles manteniendo viva la memoria del franquismo mientras blanquea sin pudor a los herederos de ETA cuyas muertes están por esclarecer.
Y ¿cuál ha sido el resultado de su gestión política en el bienestar de la sociedad? Se lo digo: falseamiento de los datos de empleo, aumento desmesurado de la deuda pública, presión fiscal insoportable, una sanidad colapsada, una educación que nos hace sonrojarnos de sus resultados.
Este es su legado. Faltaba para completarlo el remedo de tragedia-vodevil de tragedia griega que es su carta de reflexión aderezada de lágrimas de cocodrilo en la que no creerán más que los incautos y que no alabará más que los secuaces que lo rodean.
Aún le cabe un acto honorable, el único que le agradecería España, la cordura y la decencia: su dimisión irrevocable, pero no le considero con la talla ni con la gallardía para acto de tal altura. ¿Me equivoco?