Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


La Nochevieja que arruinó el humor en TV1

16/01/2024

Empiezo el año no escribiendo de Talavera, mi tema inagotable desde hace años. Contrariamente a la costumbre quiero contar la decepción que me llevé cuando me puse a ver la primera cadena de Televisión Española tras la cena de Nochevieja.
Me decepcionó José Mota. Anunciaban un programa del humorista que reconozco que ha ganado en mi estima por cáustico y satírico mordaz, con lo que he disfrutado de su capacidad de imitación, ironía y parodia. No es que me guste autocitarme, pero he escrito muchas veces que tengo el convencimiento que el sentido del humor es signo de agudeza, una muestra de talento tal vez difícil de digerir y no evidente para todo el mundo, pero lleno de madurez y sentido. En el programa inmediatamente anterior al de Mota, el que hacen con fragmentos de actuaciones viejas, apareció un cantante en blanco y negro del que no recuerdo el nombre, aunque sí me acuerdo del desacertado comentario de Santiago Segura cuya voz en off acompaña cada actuación con apostillas supuestamente graciosas. Actuaba con gafas de sol. El estúpido comentario, supongo que del guionista al que Segura presta la voz, fue: «actuó cara al sol como los que se manifiestan contra la amnistía frente a las sedes del PSOE» o algo así. No lo podía creer, no era sólo que se manipulara de la manera más burda algo metido con calzador en un programa musical y de humor navideño, es que tal programa no tenía nada que ver con el comentario fuera de lugar que hizo la voz de Segura. La artimaña era tan evidente que, en vez de conseguir una sonrisa cómplice, me provocó náuseas. Casi arrojo los langostinos. Cero en humor y oportunidad, máxima nota en oportunismo barato. Resultó algo francamente irritante. Y conste que no me la cojo con papel de fumar.
Al empezar el programa de Mota salió un sketch con Feijóo y Rajoy de protagonistas. Aunque en estos momentos los gallegos no gobiernan no me pareció mal la crítica. Apruebo que cualquier político reciba bromas y, si son inteligentes y ácidas, mucho mejor. Ataques también para Abascal, Puigdemont y alguno más. Como es natural esperaba el turno de la crítica a Sánchez, que gobierna con los resultados y la satisfacción conocidas. Esperé hasta que acabó el programa pero nada, ni una alusión, ni una sátira al presidente, el político más a propósito para las puyas mordaces. Mi esperanza de un programa equilibrado atizando a diestro y siniestro nada tuvo que ver con el espacio de Mota. Claramente el supuesto humorista o los guionistas o quien fuera recibieron órdenes tajantes de mofarse de unos sin tocar por nada del mundo a los que gobiernan. Ni culpo a José Mota, ni le absuelvo supongo que recibió órdenes precisas y tajantes. Si fue cosa suya mucho peor.
Quizá lo hizo para lograr algún contrato, un programilla o algo así pero lo que me quedó claro es que en la Uno de Televisión Española el programa de Mota remató el humor que lleva tiempo malherido.