Pedro Carreño

La Ínsula

Pedro Carreño


Las rebajas

28/01/2025

Venga, un poco más y coronamos la cuesta, que ya no queda nada. A penas cuatro días, y así, como quien no quiere la cosa, nos habremos comido este temido, frío y lluvioso, enero. Con, o si patatas.
Se va el mes más empinado del año. El de las mascotas y gorrinillo de San Antón. El de la horita más de luz que regala San Sebastián y su ojo enamoradizo. El mes de las nieblas, las pelonas y las heladas. El de las cucharas para sobrellevar sus fríos y rigores. Dice adiós el mes de los buenos propósitos, de la matrícula en el gimnasio y de las colecciones inacabadas. El chivato y confidente de las básculas. El de las devoluciones de los regalos de Navidad sin apenas actividad parlamentaria.
Se va también el mes de las supuestas rebajas, aunque nos digan que en febrero vendrán más y mejores. Al treinta, al cuarenta y a la mitad de precio. Todo más barato y asequible para los sufridos bolsillos. Se saca de dónde no hay -si es menester-, porque la atracción de las ofertas es insoportable para los mortales. Las rebajas se convierten en sello de poder adquisitivo. Cuántas más bolsas de compra, más capacidad económica, según los actuales manuales de reputación social.
A estas alturas, hasta nuestro sistema democrático parece estar apuntado a la moda de las rebajas.  Son varias las instituciones y medios que así lo avalan. Algunas señalan que España ha caído cuatro puestos desde 2018. En concreto, y de un total de 167 países, nuestra nación ha bajado del 18 al 23, según uno de los informes más reputados. Es decir, la oferta de la democracia española, se ha rebajado en el último quinquenio.
Este mes de enero que se va, pasará a la historia como uno de los que más contribuyó a ese saldo democrático. La situación a la que se ha rebajado una parte significativa de nuestro estado de derecho, ha contribuido supuestamente a esa caída en el ranking democrático. También en el control de la empresas privadas e instituciones públicas.
Una rebaja palpable, además, que se manifiesta en la calidad y altura parlamentaria de muchos de los actuales dirigentes políticos. A ello contribuyen, para profundizar aún más en la rebaja democrática, el contenido de los presuntos mensajes guardados (y borrados) en los dispositivos móviles. 
En medio de esta situación, existe una esquina en el escaparate democrático que se resigna a ser etiquetada con los carteles de 'producto rebajado'. Esa modesta, pero noble vitrina que oferta la prensa libre, contiene una calidad de muchos quilates, y se oferta como garantía democrática en España. 
Lejos de ser retales o recortes de prensa como se les intenta etiquetar, existen aún medios y profesionales que luchan por no ser rebajados a meros escribanos sincronizados. En estos tiempos de rebajas, su trabajo, rigor y dignidad democrática, son el mejor escaparate dónde comprar información de calidad. 
Sin descuentos. La buena información nunca es de saldo.