La catástrofe vivida en Valencia, Albacete y Castellón, quizás sirva para hacernos reflexionar sobre las medidas que serán cada vez más necesarias para hacer frente al cambio climático que está en el origen de estos desastres. También habrá que tener en cuenta que no se puede edificar donde se quiera si pretendemos paliar el efecto de las posibles riadas que puedan ver interrumpido su paso por construcciones, carreteras o vías de tren. Pero también debemos aprender de las muchas lecciones que hemos recibido en esta catástrofe. Cuando una persona se enfrenta a la muerte es difícil saber qué decisión tomará, la distancia que existe entre ser un héroe o un cobarde tiene escaso recorrido, pero hemos sabido que ha habido muchos héroes que, a riesgo de su vida, han salvado la de muchos. También se han dado el caso de personas que han demostrado su solidaridad y generosidad dando alojamiento y/o comida a quién lo necesitaba. El esfuerzo de Bomberos, Guardia Civil, Policía nacional y Local, a UME y otras unidades del Ejército, el personal de Protección Civil. Han sido miles los voluntarios que se han unido a los vecinos de las zonas arrasadas para colaborar en la búsqueda de desaparecidos o a limpiar sus calles. Grupos de jóvenes haciendo filas para llevar agua o alimentos a las zonas de difícil o nulo acceso. Miles de personas dando donativos a través de Cruz Roja, Cáritas u otras ONG. Entidades aportando cifras millonarias. Creo que podemos estar orgullosos de esta cara de una sociedad que se siente solidaria y busca aportar soluciones a los grandes problemas que la DANA ha traído. Pensemos en que podemos aportar, muchos pocos pueden solucionar el problema de esas familias que se han quedado sin nada. Cierto es que también vemos la otra cara, por suerte minoritaria, de los grupos que roban y saquean, o que critican a los que dan sin aportar soluciones. Que lo vamos a hacer. La sociedad española no puede ser perfecta y tenemos que soportar nuestro porcentaje correspondiente de delincuentes y estúpidos. Pero seamos positivos, ayudemos en todo lo que podamos. Y pensemos que mañana nos puede tocar a nosotros. La naturaleza no tiene ideología.