Como supongo que saben, el 31 de mayo, Día de la Región en Castilla la Mancha, en el espacioso y bello marco del palacio de congresos El Greco de la capital regional, se entregarán las diferentes distinciones que otorga el Gobierno regional. En este caso y según se ha publicitado serán 39 las personas y entidades que serán galardonadas. Y entre ellas, hay una persona, sacerdote para más inri, que es Marcelino Casas Puente. Nacido en Miguel Esteban (Toledo), y al que el 2 de junio le caerán 83 años; recientemente con otros compañeros ha celebrado sus bodas de diamante sacerdotales. Es decir, 60 años dedicado a los demás y a pastorear personas y almas de muy distintos puntos de la geografía nacional.
Cuando hace más de dos meses, alguien del Gobierno regional me pidió su teléfono supuse- como así ha sido-, que era para algo parecido. Para darle alguna distinción o similar. Y sabemos que con estas listas de personas podemos estar más o menos de acuerdo. Podemos discrepar o asentir, es gratis. Pero desde luego, sí les digo que, en este caso, conocido por muchísimas personas, especialmente de la provincia de Toledo, la distinción es bien merecida y ganada.
Como maestro tuve el honor y la suerte de 'encontrarme' con él mientras ejercí en Corral de Almaguer en la década de los 70 y 80. También con esos grupos de Maestros Cristianos que se formaron en tres núcleos de la provincia a los que nos aglutinó en la fe, proyectos y enseñanzas. Marcelino en su esplendor era una máquina de vitalidad, de entusiasmo contagioso y de paz a raudales. Aquellos ejercicios, no físicos sino espirituales, en La Manga, eucaristías y reflexiones nocturnas que duraban hasta el amanecer…Era una auténtica gozada y utilizando su lenguaje se transformaban en verdaderas borracheras de amistad.
Fundó MARSODETO para visibilizar a las personas con discapacidad intelectual y vaya si lo consiguió. Incluso llegó a convertirse en Federación Provincial e introdujo el acrónimo en la sociedad toledana. Antes de venir a la casa sacerdotal donde ahora reside y que también dirigió, fundó la primera cooperativa de mujeres en La Guardía; la asociación Homiguar; primera representación teatralizada de la Pasión; Grupos de Jóvenes; viceconsiliario nacional de Manos Unidas; encargado de la Pastoral de Enseñanza y Catequesis y más líneas que necesitaría, pero hay que ajustarse al espacio.
La Naturaleza, Dios, quien fuera, permitió un zarpazo a su salud disminuyéndole algunas de sus capacidades. Pero esa sonrisa, esa paz interior y la ternura que irradia ahora no es para perdérsela. Sabe ser agradecido y lo hace especialmente con sus familiares, amigos y quienes le visitan Y las monjas de la casa sacerdotal, esas cuatro jóvenes religiosas mejicanas que llevan la casa y que valen un montón - ellas también merecerían ser distinguidas- cuidan a Marcelino y a los demás sacerdotes con esmero, cariño y respeto profundo. Vamos, que en el caso que nos ocupa, el Gobierno regional no solo ha acertado los 14 resultados como si fuera una quiniela futbolística, sino que ha conseguido pleno al 15.