Apadat consigue más de 8.000 firmas para el 'indulto' de Pipo

i. g. villota | TOLEDO
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Piden a la Consejería de Agricultura que espere al menos los 20 días 'legales' para ver si la vacuna antirrábica surte efecto. «Si se demuestra que está enfermo, no queremos que sufra», añaden

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‘Tod@s con Pipo’. Gracias a este lema la Asociación para la Protección, Adopción y Defensa de Animales en Toledo (Apadat) ha conseguido que más de 8.000 personas -al cierre de esta edición- plasmen su firma para que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Castilla-La Mancha paralice el sacrificio de ‘Pipo’, uno de los siete canes que estuvo en contacto el pasado 1 de junio con la perra con rabia que atacó a cuatro menores y un adulto en Toledo, así como a gatos callejeros y gallinas.

La adhesión a esta solicitud se está haciendo a través de la plataforma de activismo ciudadano on line change.org. La iniciativa partió el viernes de la protectora de animales toledana y ha tenido una importante repercusión en Internet y, especialmente, en las redes sociales, donde muchos ciudadanos han compartido la solicitud a través de Facebook, Twitter y en diferentes foros relacionados con la protección animal.

En el escrito, el colectivo cuenta que ‘Pipo’ fue atacado por la perra con rabia el 1 de junio y que sufrió unos arañazos pero no fue mordido. Estaba vacunado contra la enfermedad pero recibió la revacunación  diez días después y fue puesto en cuarentena en la perrera de Numancia de la Sagra, junto a otros seis perros que también tuvieron contacto con la perra rabiosa y que ya están en sus hogares porque sus niveles de anticuerpos contra la rabia estaban muy por encima del 0,5 marcado por la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA).

El problema de ‘Pipo’ es que sus índices sólo llegan al 0,18. En cualquier caso, desde la protectora piden a la Consejería que espere los 20 días ‘legales’ establecidos «por los laboratorios» para ver si la vacuna antirrábica empieza a producir anticuerpos en el can.

No en vano, defienden que existe la posibilidad de que ‘Pipo’ no los haya generado «por no haber tenido un contacto real con el virus».

Por eso, reclaman que se suspenda el sacrificio y que a los 20 días de la revacunación se le practique otra analítica para comprobar si ha hecho efecto la vacuna.

Añaden que no se puede saber si contrajo la rabia al no poder diagnosticarla «hasta que no presente síntomas» y aseguran que «si se demuestra que ‘Pipo’ está enfermo seremos los primeros en evitar su sufrimiento». Es decir, que desde la protectora entenderían el sacrificio si el animal va a sufrir o va a suponer un peligro sanitario. Sin embargo, creen que lo adecuado es esperar hasta que ese extremo se demuestre. La recogida de firmas continúa en la red.