Hace varios años, un exconcejal de Deportes del Ayuntamiento de Toledo, que en otra legislatura también lo fue de Movilidad y Seguridad Ciudadana, ante un ruego y petición mía que le planteé, me dijo: «eres un marciano». El hombre me respondió así cuando le sugerí por qué no dejaban en la piscina del Campo Escolar un espacio libre de humos, ya que a esta instalación acuden muchos niños acompañados de sus padres y familiares, etc. Así se podría compatibilizar la gente que iba a bañarse y a descansar, con el usuario que sentía ganas de fumar. Se levantaba, se iba a otro lugar y dejaba libre de humos a los muchos menores, usuarios frecuentes y más vulnerables de esta piscina. Tiene rampas antideslizantes para jugar, escalerilla… algo muy atractivo, sobre todo, para los menores de ocho años.
Hace pocos días, nuestro alcalde Carlos Velázquez Romo y el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en Toledo, Fernando Jou, suscribían un convenio por el cual, al entorno del Circo Romano le declaraban Parque Escolar sin Humos, el primer parque de la ciudad que ha adoptado este tipo de acuerdos. La iniciativa, una declaración de intenciones, no incluye medidas coercitivas ni podrá imponerse multa alguna si alguien se empeña en fumar en ese espacio.
Será una petición amable y en el entorno se instalarán carteles animando a dejar ese espacio libre de humos, entre otras cosas, por ser un lugar muy frecuentado por niños que van allí, a jugar, pasear, etc, situado junto a dos colegios. Por cierto, incardinado en donde se encuentra la piscina a la que me referí con mi sugerencia y petición. También se pretende que el espacio esté libre de colillas y no se contemple esa estampa tan fea y desagradable de ver cientos de colillas por el suelo.
Han pasado unos años- no muchos desde que sugería esta medida- y como usted sabe lector, en las piscinas públicas de Toledo no se permite fumar en ningún espacio desde hace años. Los bañistas y usuarios que tienen ganas de fumar tienen que salir fuera de la instalación. Normal y además los socorristas suelen ser fieles vigilantes para que se cumpla la norma y cuando ven a alguien dentro fumando le invitan a que salgan del recinto. De hecho, ya no se ponen por el césped ceniceros como años atrás, por cierto, la mayoría de plástico, asquerosos, sucios y semi quemados. 
Y si a esto le sumamos que Bruselas está animando a los países miembros de la UE para prohibir el tabaco en las terrazas y otros espacios como parques infantiles, paradas de transporte público y lugares de especial singularidad y vulnerabilidad para los menores y ancianos, comprobarán que mi sugerencia no estaba muy desencaminada a lo baladí. No tardaremos muchos meses sin que medidas de este tipo destinadas a proteger la salud pública entren en vigor. Ante esto, me pregunto y traslado a este exconcejal, ¿quién era el marciano? Y es que afortunadamente hay al menos algunos responsables políticos que le han echado coraje al asunto y han puesto en marcha este tipo de medidas. Otros pudieron hacerlo, pero no se atrevieron. Los dichosos votos…