Quizá esta expresión les suene contradictoria y es hasta posible que jamás la hayan oído. Pues esperen un poquito y verán cómo se convierte en cotidiana en Moncloa, consejo de ministros y en la 'prensa del movimiento'. Van a comprobar cómo un socialista es capaz de implorar a Dios siendo ateo y de llamar compañero progresista a un facha, si en ello les va un cargo.
Dentro de nada van a ver cómo los socialistas, si Feijoo sigue en sus trece de no dar el voto a Teresa Ribera para la vicepresidencia de la comisión europea, aceptará votar a los 'melonis y orbánes' y después impartirá la doctrina del facha progre y el facha malísimo. Obviamente el facha progre es todo aquel que permita a un socialista seguir agarrándose a la teta o le ayude a agarrarse, los que no, son un peligro.
Esta teoría realmente no es nueva, porque todo el mundo sabe que los que gobiernan España ahora mismo, –perdonen la exageración- es una coalición progresista. No tienen más que ver a los meapilas del PNV o los racistas de JUNTS… (Espero que entiendan la sorna)
Yo creo que Pedro Sánchez no se esperaba que Feijoo le sostuviera el pulso a la mismísima Úrsula von der Leyen y pusiera con ello en peligro un cargo para una socialista, nada menos que comisaria europea… Pero don Pedro no se arredra, siempre tiene soluciones mágicas: si no puede comprar un diputado pues vende un país y si tiene que convertir un facha en progre pues lo hace, al fin y al cabo se considera un dios, y ya Jesucristo convirtió el agua en vino.
Y como todo este politiqueo es muy desagradable para él, se contrata una agencia de viajes para él solo y se recorre el mundo desagraviando a esa "catedrática" que tiene por esposa. Cuando los gobernantes visitan el exterior, por aquello de la diplomacia, nadie le pregunta por sus asuntos judiciales. Ellos lucen palmito y el juez Peinado se queda esperando que el calendario de la feliz pareja le permita a doña Begoña visitarlo en Plaza de Castilla.
Se ve claramente que la tremenda importancia de la actividad que desarrolla el presidente del gobierno en el exterior, no pierde el tiempo, como hace el Rey, llenándose los zapatos de barro, mezclándose con gentes sin alcurnia (sigan, por favor, aceptando la sorna). Así es nuestro Pedro, siempre por las alturas, en Falcon, o buscando soluciones milagrosas.
No sé como a alguien se le podía ocurrir que semejante personaje, nacido para empresas cósmicas, iba a asumir la gestión de una tragedia con un ámbito tan reducido como son un par de comunidades autónomas. Él no nació para pisar barro, sino moqueta. Por eso, mientras el Rey hace labores de llevar la esperanza allí donde el gobierno de España no ha pisado, Pedro Sánchez se va a la cumbre del G-20, porque, aunque España no es miembro sino invitada, puede incluso rozar la mano del muy 'lúcido' Biden…
Así es nuestro presidente que, como no se mancha los zapatos ni repara en gastos, ni en ideas para mantenerse, seguirá disfrutando de las mieles del poder por muchos años, con presupuestos o sin presupuestos, pero con el apoyo inquebrantable del prófugo Puigdemont, del etarra Otegui… y ahora con… los fachas progresistas europeos de Meloni y Orbán…