Tenemos que pensar que lo de Abascal, recordando lo que el pueblo italiano hizo con Mussolini y pronosticando un final similar para Pedro Sánchez, es una metedura de pata, porque de lo contrario tendríamos que concluir en que le gusta que gobierne Pedro Sánchez.
Está más que claro, o al menos ese es el consenso social, que fue el miedo a ver a VOX en el gobierno o apoyando y condicionando a Feijóo, lo que impidió que este último llegara a La Moncloa y si esto es así no se comprende las salidas de 'pata de banco' de Abascal si no por pura torpeza, porque pensar que disfruta con la acción de nuestro gobierno sería incalificable.
Quienes se dedican a la política, sobre todo si ocupan el espectro diestro, están obligados a conocer 'los bueyes con los que aran', es decir, al electorado. En España el electorado tiene la piel de seda para juzgar a la derecha y sin embargo la tiene de elefante cuando juzga a la izquierda: una frase inadecuada de la derecha hace más daño a los conservadores, que un asesinato premeditado de un partido de izquierdas a los partidos de esta ideología. ¿Que esto es un disparate? Obviamente lo es, pero quienes pretenden gobernar deben saberlo, si no quieren estar eternamente condenados a ver en La Moncloa a los adversarios.
Obviamente hay muchas personas, sobre todo de la derecha, que no comprenden las diferencias en las varas de medir que se aplican a cada lado del espectro, pero cada pueblo tiene su historia, y su filosofía e ideología es hija de esa historia. Los cuarenta años de franquismo no se borran del consciente o subconsciente de la sociedad así como así, y eso deben tenerlo en cuenta. En los Países Bajos y Bélgica, igual que aquí se asusta a los niños con 'el coco', allí se hace con el Duque de Alba, y fíjense si hace años que España no pone una pica en Flandes. Si todavía se sigue recordando en aquellos territorios a un general que vivió en el siglo XVI, no puede extrañarnos que en España se guarde aún memoria de otro que vivió en el siglo XX.
Pero, por muy desequilibrada que esté ideológicamente España, quienes ostentan o quieren ostentar su gobierno, tienen que convencer a los electores de las bondades de sus propuestas y eso no se consigue con exabruptos. ¿No creen ustedes que a los holandeses les conquistaremos mejor si les hablamos de San Nicolás, que vive en España y es el encargado de llevar los regalos a los niños en Navidad, que si nos empeñamos en demostrarles el genio militar del tercer Duque de Alba?
No sé si los dirigentes, simpatizantes y votantes de VOX tendrán a bien hacer estas reflexiones, pero deberían hacerlo. Deberían asimilar que no es desde los extremos desde donde se llega a la mayoría que permite gobernar España, aunque tengamos ahora un gobierno de extrema izquierda. Pero piensen con qué afán Pedro Sánchez ha ocultado sus propósitos siempre que ha tenido que acudir a pedir el voto a los españoles. ¿No recuerdan ya que hasta que no se celebraron las generales no contaron con Bildu para gobernar Navarra? ¿Nos contó antes de las elecciones que ya estaba negociando con Puigdemont? Pues más les vale que aprendan un poquito…