Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Que le corten la cabeza

10/10/2024

El 12 de octubre cortarán la cabeza a las estatuas de Colón distribuidas por el mundo. Si antes se celebraba el descubrimiento de América como una gran gesta, ahora algunos han decidido que ese hecho histórico, sufragado por la gran Isabel la Católica, mujer empoderada donde las haya, no fue sino un genocidio contra los indígenas. Y siglos después nos exigen a sus sucesores que pidamos perdón. De hecho, la presidenta de México está especialmente dolida con el marinero genovés. Allá ella. Si ese territorio lo hubiesen conquistado los ingleses, a saber qué hubiera pasado.
Lo cierto es que nuestro país, nuestra patria, ha involucionado a pasos agigantados. Si ustedes, queridos lectores, recorren cualquier otro lugar del mundo observarán como la historia de un pueblo se escribe con relación a sus logros, a sus éxitos, a sus triunfos, a sus conquistas, siempre con la perspectiva de la época en la que esos acontecimientos ocurrieron. No podemos mirar con los ojos del siglo XXI aquello que sucedió en 1492. Eso sería de una torpeza y de una ignorancia intolerable. 
Lo peor no es que haya seres que se sumen a la moda de decapitar al bueno de Colón, sino que haya gobiernos que lo permitan y lo alienten. España logró conquistar el Nuevo Mundo y gracias a Isabel la Católica los indígenas fueron dotados, en 1500, de un estatuto que les protegía de los excesos de los conquistadores y prohibía la esclavitud. Eso, fíjense ustedes, no ocurrió en la modélica Francia hasta 1848. En nuestro país vecino los barcos de esclavos campaban a sus anchas y esos hombres y mujeres que llegaban a puertos como el de Nantes no tenían ningún derecho. Es más, eran considerados cosas. Mucha libertad, igualdad y fraternidad para esto. Cierto es que los franceses se arrepintieron de sus pecados, pero nuestro caso estuvo muy alejado de esos afanes de nuestros vecinos de explotar a quienes venían de África porque suponían una mano de obra barata que enriqueció a grandes fortunas de esas que aún hoy pertenecen a lo más selecto del panorama galo. 
Aquí consideramos fascista a quien presume de bandera, conoce su historia y se enorgullece de que España fuese, en tiempos imperiales, la más grande potencia internacional. En nuestro país se aplauden los privilegios catalanes, se reescribe la historia para honrar a la Comunidad premiada por el gobierno de turno, mientras se desprecian logros que, por ejemplo, llenan de orgullo a Portugal, con su Vasco de Gama a la cabeza.
Miren, este 12 de octubre, Día de la Hispanidad, es una jornada para celebrar. O no. Pero no es de recibo desprestigiar unos hechos que llevaron a nuestro país a la gloria. Que me den a mí esas conquistas y no las gestas actuales, con el caso Begoña, 'Koldo', el 'hermano' o el bochorno de la reducción de penas a los etarras. Lamentablemente, el país ha caído en picado. Espero que los españoles mantengamos la cabeza alta.