Una de las señas de identidad de este torreón ha sido siempre el frikigodismo, la pasión por el mundo visigodo, que ha marcado rotundamente nuestra historia, tanto a nivel de España, cuyas raíces más profundas se hunden en el III Concilio de Toledo, como al de nuestra Urbs regia, la sede del Regnum Gothorum, donde se vivieron episodios realmente apasionantes, aunque por desgracia muy olvidados. Sigo muy de cerca todo lo que en los últimos años la arqueología nos viene desvelando de ese fascinante mundo, y con verdadera emoción he recorrido los yacimientos de Guarrazar, Los Hitos o los apasionantes vestigios de San Pedro de la Mata, Santa María de Melque o San Juan de Baños. Los estudios históricos siguen profundizando en el conocimiento de nuestro pasado visigodo y la literatura está permitiendo que mucha gente se familiarice con personajes como Leovigildo, Oppas o la reina Egilona.
Ya en alguna ocasión he hablado de los frikigodos, una tribu que, afortunadamente, va en aumento. Aunque si alguien destaca dentro de ella, mereciendo ser un auténtico dux Frikigothorum es mi amigo Daniel Gómez Aragonés, cuyo perfil inconfundible, con unas luengas melena y barba que serían la envidia de Alarico II, forma parte de nuestro paisaje toledano. Daniel es uno de los mejores y más apasionados conocedores de esa deslumbrante etapa, y ha logrado convertirse en uno de sus mayores divulgadores, a través de la fecunda obra literaria que, no obstante su juventud, ha ido gestando. En ella aparece además, como se puede comprobar en su genial 'Toledo. Biografía de la ciudad sagrada', un amor extraordinario por Toledo y su papel en la historia de España.
Daniel nos sigue sorprendiendo y deleitando con nuevos trabajos. El último, 'Reinas godas'. Las mujeres que pusieron la semilla de España, publicado en La Esfera de los Libros, nos ofrece una visión amplia y extraordinariamente interesante sobre las mujeres en el mundo visigodo, aunque no se circunscribe únicamente a éste, trasladándonos a la Italia ostrogoda y al reino de Asturias, continuador de la monarquía de Toledo. Un recorrido, profundo y ameno, por las vidas de aquellas mujeres que, a veces sólo con el nombre, han pasado a la historia, pero que sin duda alguna, representaron un papel de primer orden en la corte toledana. Unas existencias que, en ocasiones, son verdaderamente de película, como la de la reina Gosvinta, esposa de Atanagildo y de Leovigildo, o la de su nieta, la reina de los francos, Brunequilda. Realmente, como reitera entusiasmado Daniel, el mundo visigodo podría generar una trama mucho más apasionante –y real- que Juego de Tronos. Algo con lo que estoy completamente de acuerdo.
La Hispania Gothorum está aún por descubrir por el gran público. Empero, poco a poco nos vamos familiarizando con ella. Y gracias a historiadores como Dani, mujeres como Ragnahilda, Thiudigoto, Baddo, Hildorara, Reciberga, Liuvigoto, Cixilo, Gaudiosa o Adosinda, van formando parte de nuestro acervo cultural.