Carlos Martín-Fuertes

Desde el Tajo

Carlos Martín-Fuertes


Julián Bermúdez

22/10/2024

Parece que fue ayer y sin embargo ha pasado ya la friolera de 28 años desde que, en la ciudad de Toledo, un 24 de septiembre de 1.996, los padres de los colegios públicos votasen para decidir qué tipo de jornada escolar preferían paras sus hijos La continuada solo por la mañana o la tradicional de mañana y tarde. Los colegios Europa y Valparaíso aún no existían. Un 80 por ciento de síes en varios centros y más del 90 en otros, se decantaron por esta opción y solo 340 de los 4.326 padres que podían votar lo hicieron por el no.
La votación se produjo gracias a una promesa electoral del PP que se comprometió a dejar votar a los padres si conseguían el Gobierno de la nación, como así fue. Como caso excepcional solo unos colegios, no de Toledo sino de España tenían la jornada continuada. En la capital regional el Fábrica de Armas la tenía por aquello de que los obreros de la fábrica finalizaban su jornada laboral a las 15 horas.
Y no se trata de hacer sangre ni siquiera un  rasguñosa estas alturas; se trata de que, lo mismo que la memoria histórica la puso en valor un gobierno, servidor, en este caso, se toma la licencia de recordar y refrescar algunos datos que enfrentó a claustros y padres según la opción elegida durante un curso.
De tener dicha jornada el Fábrica de Arma" y algunos más fuera del casco histórico, exceptuando el Polígono, se pasó de un plumazo a quitársela a todos, pues con toda razón los que no la tenían se rebelaron dando paso a largas huelgas, manifestaciones, encierros y concentraciones, además de los intentos que se hacían desde el Consejo Escolar Municipal para apaciguar los ánimos. El MEC trajo de Madrid un director provincial, al que le sobró algún gesto chulesco en cierta ocasión y varios maestros de los colegios Alfonso VI y Alberto Sánchez fuimos llamados a declarar ante inspectores de Madrid traídos para abortar la situación.
Lejos de conseguir su objetivo muchos no se amilanaron continuando las protestas semanales en la Avenida de Europa, ante la delegación provincial del MEC y calles adyacentes durante un curso. Hicimos huelga a la japonesa; fueron muchos días disponiendo de media hora para comer un bocadillo en un bar cercano entre jornada y jornada. La vida en los colegios se deterioró bastante entre los maestros y fuera entre los padres.
Julián Bermúdez Balboa, por aquel entonces director del colegio Fábrica de Armas fue destituido y suspendido de empleo y sueldo tres meses por rebelarse. Hubo una solidaridad enorme en todo el país con una cuestación y algo después fue repuesto en su cargo. Gracias a él y poco más de cien personas que aguantamos un curso de lucha, hoy CLM es una de las regiones que disfrutan de jornada continuada en España.
Un grupo de compañeros y amigos de aquella época, recordando con nostalgia y respeto aquellos hechos han querido tributarle el 28 de octubre, un sencillo homenaje a Julián. Hoy es un ochenta añero menguado de salud. Y como esta historia no la reflejarán los libros, al menos que quede constancia en este pequeño rincón de un periódico provincial.