Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Hortera

09/09/2024

Siempre me gusta buscar las raíces históricas –etimológicamente hablando- de los términos o vocablos lingüísticos para así poder ver su evolución y los diversos significados que ha podido tener a lo largo del tiempo.
Somos muy dados, en el lenguaje coloquial actual, a expresar la palabra «hortera» con cierta asiduidad, y siempre en menosprecio, nunca en aprecio.
Si buscamos el origen del término, tendríamos que remontarnos al final de la época medieval y comienzos de la llamada edad moderna, cuando se le aplicaba a un dependiente, mancebo, mozo o menestral, dentro de lo que pronto empezó a ser la llamada burguesía comercial.
Sería un término muy usado en el Madrid del siglo XIX, aplicado si cabe en muchos de las narraciones de escritores como Pérez Galdós o Pérez de Ayala, incluso en los diálogos de la zarzuela como género lírico.
Dejaremos el hortera madrileño de la zarzuela de Ricardo de la Vega y nos iremos al hortera habitual de la España invertebrada.
Tendríamos que llegar a la década de los 70 del siglo XX pasado, para ver su cambio en el significado, pasando a tener un tono peyorativo alusivo al individuo que vista y se acicala de forma irreverente, o llamativo, o de mal gusto, haciendo que su significado se acercase más a lo «vulgar» como aspecto despectivo.
Por eso, cuando algo no sale bien o no tiene unas connotaciones dignas en función de los parámetros establecidos en la moda o en el riguroso orden de las cosas, se le llama «horterada» y sin duda, queda clara esa alusión, a mal gusto o zafio.
Y, cuando uno observa los foros intelectuales de esta modernidad; o los encuentros entre personajes ilustres por su fama conseguida en el espectáculo; o si cabe, ese grupo de personas –que no personajes- que intentan demostrar lo que no son, aplicar talento cuando no lo tienen, significar su sabiduría en abundante torpeza o ser «jueces sin toga y sin derecho», se ven que son los verdaderos horteras, siempre y cuando este término roce el significado de vulgaridad incontestada o de ruindad formulada y con zapato brillante y pajarita floreada suelen presentar sus credenciales. 

ARCHIVADO EN: Siglo XX, Lenguaje, España