Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Toledo Central

09/01/2025

Poco después de escribir mi última columna del año, se dio a conocer el trazado que los técnicos de Transportes habían considerado el más viable para el AVE Madrid-Lisboa a su paso por Toledo. A estas alturas, queridos lectores, estarán hartos de leer opiniones a favor del viaducto propuesto por el ministerio, manteniendo como única estación la de Santa Bárbara, o en contra, apostando por una segunda estación en el Polígono, caso de Page y los suyos. El asunto ha generado un encendido debate, al nivel del que ocasionó el remonte mecánico de Recaredo.
Personalmente, considero una espectacular obra de ingeniería el diseño planteado por los técnicos de Transportes. Supondría no sólo construir en Toledo una obra de vanguardia, que ya va siendo hora, sino mantener en funcionamiento la estación de Santa Bárbara, un monumento neomudéjar catalogado como BIC, que sorprende al viajero por su belleza y que correría serio peligro, según consta en el estudio informativo del propio ministerio, de ponerse en marcha ese segundo apeadero en el Polígono. Es la llamada opción Toledo Exterior, que, por cierto, supone un impacto ambiental, económico y patrimonial que los adeptos omiten.
No soy la más culta, ni la intelectual más preparada, ni mucho menos soy especialista en arquitectura o ingeniería, pero no permito que nadie ponga en duda el amor que siento por mi ciudad, ni la defensa que he hecho a lo largo de mi trayectoria profesional de su patrimonio. Los que queremos que la capital avance, los que tenemos claro que el modelo de Toledo Central ha de ser una realidad, con una estación a las puertas del Casco Histórico, como ocurre en buena parte de las ciudades europeas, no tenemos ninguna intención de 'cargarnos' ningún cono visual, ni las maravillosas vistas que dibuja el perfil de la que fuera Ciudad Imperial. Una urbe que, desde hace demasiados años, sucumbe ante la paralización, la decadencia, la desidia o los intereses espurios de gobernantes que no estuvieron a la altura de su cometido. 
Quiero dejar claro que sólo expreso mi opinión, no soy altavoz de nadie, ni tengo nada que ganar, a nivel personal, en este debate, pero tampoco estoy dispuesta a dejarme avasallar por aquellos que no respetan los juicios ajenos. Somos muchos los toledanos, un saludo a Diego, que anhelamos que la capital de Castilla-La Mancha, vapuleada una y otra vez por los dirigentes de la Comunidad Autónoma, se convierta en una ciudad de vanguardia, con unos servicios acordes al siglo XXI, siempre respetando las características que la definen como Patrimonio de la Humanidad.
El paisaje urbano cambia. Evoluciona. Vive. Toledo debe dar un paso adelante. No se tocan sus monumentos ni se atenta contra ningún BIC: simplemente, algunos aspiramos a no quedar relegados a ser un barrio del sur de Madrid. No nos resignamos. Merecemos lo mejor. 
«Si el destino me trae otra batalla, yo sabré merecerla». Lo dijo Borges. Y con él me identifico. Por Toledo Central.