Llevamos meses que la palabra amnistía debe ser de las más utilizadas en tertulias y debates. Como, además, el alcance de esta depende de la calificación penal que pueda darse a alguno de los delitos cometidos durante el 'proces', nos encontramos con un texto que, como si hubiera sido calificado de manso, se le ha devuelto al corral. Algunos defensores de la citada Ley la justifican en la existencia de precedentes en la promulgada en 1978, y en la de 1936. Para intentar refrescar la memoria, lo mejor es estudiar lo que la Historia nos dice de las mismas. La de 1978 se promulgó en un intento de superar las confrontaciones del pasado, haciendo beneficiarios de la amnistía a todos los que hubieran cometido actos de intencionalidad política anteriores al 15 de junio de 1977. El Congreso aprobó la citada Ley con el voto favorable de 333 diputados, votando en contra los 16 de AP y el diputado de Euskadiko Eskerra. 
La Amnistía de 1936, figuraba en el programa del Frente Popular, quién ganó las elecciones de febrero de aquel año por mayoría. Constituido el Gobierno, se presentó, ante la Diputación permanente de las Cortes, un Decreto con un solo artículo en un texto que cabía en una sola página.
Puede gustar más o menos lo que en aquellos momentos (1978 y 1936) se hizo, pero en 1978 hubo casi unanimidad y en 1936 lo llevaban en su programa electoral los que luego propusieron la Amnistía. Ahora, ni hay unanimidad, ni se habló en programa electoral alguno de que se iba a llevar a cabo. 
Recordemos que no estamos ante una figura jurídica de consecuencias menores. La amnistía es el olvido legal de delitos y extingue la responsabilidad de sus autores, es decir, si se aprobara, no ha habido malversación de caudales públicos, ni desobediencia a los Tribunales, ni daños a mobiliario urbano, etc. etc. Mientras que se podrá pedir responsabilidad a los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, como esto siga así, hasta se podría pedir responsabilidad a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez por pactar la aplicación del artículo 155, lo que tendría su gracia, ¿no creen?