La idea del artículo de hoy me pilla en un atasco. Les pongo en situación: en torno a las 8 de la mañana de un jueves cualquiera, a la altura de la entrada 'Illescas Centro' de la A-42 dirección Madrid. Sé que para los puristas de los atascos –aquellos que se diariamente se comen media hora de parón a su paso por Parla o Getafe- esto no pasa de la categoría de pequeña retención, pero tardar 15 minutos en conseguir atravesar el nudo gordiano de Illescas rumbo a mi destino laboral, es algo que no era lo habitual por estas tierras.
Minutos que me dieron de sí para elaborar una pequeña lista de cosas por hacer en la comarca de la Sagra, el gran eje de crecimiento de la región, pero que también puede llegar a ser su principal foco de problemas si no se pone remedio a tiempo.
Lo primero por hacer es un hospital en La Sagra. Estamos hablando de una población que ronda los 100.000 habitantes -más los que viven sin estar empadronados- y que tarda más de media hora en llegar al Universitario de Toledo. El poder ir a Parla o a Aranjuez a una urgencia está bien, pero es solo un parche. Invito a cualquiera a ir de Esquivias a Toledo a primera hora de la mañana. Doy fe de que el trayecto no baja de tres los cuartos de coche.
Y es que, eso de abrir un centro de especialidades en Illescas estaba bien hace 20 años cuando se inauguró, pero ahora no cubre, ni de lejos, las necesidades de la zona. Cospedal lo desmanteló por completo y nunca llegó a recuperarse del todo. ¿Una urgencia pediátrica a última hora de la tarde? Toca irse a Toledo o a cualquier hospital de la zona sur de Madrid.
La solución ya existe en lugares como Puertollano o Almansa. Hospitales pequeños para dar a luz, realizar pequeñas cirugías y tratar traumatismos, entre otros mil servicios. ¿Por qué no en La Sagra?
Seguimos con la lista. ¿Para cuándo la Autovía de La Sagra? Todo el desarrollo logístico de esta zona necesita urgentemente nuevas vías de desahogo para la eternamente colapsada A-42. Se habla de dificultades técnicas en el terreno que impiden rematar esta autovía, que uniría, por fin, la A-5 y la A-42 con la A-3. ¿En serio que no hay alternativas para uno de los proyectos estrella de las elecciones de 2007? Al final va a ser verdad esto de las obras faraónicas en Castilla-La Mancha, pero no por su dimensión, sino por lo que se tarda en construir cualquier cosa en esta comunidad. Súmese a este apartado la eterna promesa del Cercanías, el impulso al tren de mercancías...
Mi último apunte en esta lista: los centros escolares de La Sagra necesitan una urgente reducción de las ratios. En el debate televisado de los candidatos a las Elecciones Autonómicas el presidente habló de 12 alumnos por aula. Es lo que tienen las medidas, que raramente se ajustan la realidad. No dudo que en Castilla-La Mancha haya clases con estas cifras, pero en los colegios e institutos de La Sagra no suele ser la tónica.
En estos municipios el día a día allí es otro. Aulas de la ESO con 29-30 alumnos, dentro de centros de difícil desempeño. Son cifras legales (el tope está en 30 alumnos por clase), pero poco razonables en municipios que han perdido su identidad de pueblo y que han visto duplicar, o incluso triplicar, su población en las últimas dos décadas.
Sé que lo esbozado aquí son problemas complejos con soluciones complejas y, sobre todo, costosas. ¿Cuáles serán las prioridades del Ejecutivo regional en los próximos 4 años? ¿Se centrará en La Sagra? Se verá.