Francisco Javier Díaz Revorio

El Miradero

Francisco Javier Díaz Revorio


Buenavista

20/09/2024

Yo era un «niño del casco», si se me permite la expresión, nacido y criado en el más antiguo de los barrios de Toledo. Y entonces mi colegio Maristas, ubicado durante décadas en ese centro histórico, se trasladó a un lugar que nos parecía lejanísimo, apartado de todo y en medio de un olivar. Era el llamado barrio de Buenavista, recién nacido a efectos prácticos (su desarrollo urbanístico se había aprobado en 1974), aunque el nombre tiene antecedentes seculares, al menos en el llamado Palacio de Buenavista. Tan reciente era, que según recuerdo, además del mencionado colegio, apenas había unos incipientes bloques de viviendas. Algunos (pocos) compañeros vivían en esos bloques, otros teníamos que ir y venir cada día, a veces en autobús y otras veces andando, atravesando zonas desoladas y prácticamente deshabitadas (en los llamados «campos de don Gregorio» creo que apenas había más edificio que el de la Universidad Laboral, donde hoy se extiende el barrio de la Avenida de Europa) hasta llegar a la civilización, o a la ciudad en sentido propio. En aquellas fechas, todavía casi todo Toledo estaba en el casco, excepción hecha de los barrios colindantes (Antequeruela y Covachuelas), Reconquista, Santa Bárbara y el entonces moderno Polígono Industrial y Residencial. 
Poco a poco, y a lo largo de este medio siglo que ahora se conmemora, el barrio ha ido creciendo hasta llegar a ser el segundo de la ciudad, ampliamente habitado, con sus edificios y sus parques, muchos colegios, tiendas, supermercados, centros comerciales y no pocos centros médicos y sanitarios, sobre todo en la avenida de Irlanda que parece haberse especializado en ello. Es decir, casi todo lo que les pedimos a las ciudades modernas, aunque siempre cabe mejorar en la prestación de servicios. Aquel niño del casco, a quien le parecía que su colegio de repente estaba lejísimos, no podría ni imaginar no solo que medio siglo después viviría en ese barrio, sino que además hoy tiene la sensación de que este es uno de los más «céntricos» y comunicados de Toledo. Y aunque he vivido en otros barrios de la ciudad y en otros pueblos de la provincia, y aunque mi corazón siempre está en el casco donde nací y me crié, y aunque Buenavista puede ser un barrio no muy diferente a otros que hoy hay en tantas otras ciudades (algo menos llano), y aunque nunca faltan problemas, y la saturación del tráfico es uno de ellos, y aunque me gustaría que hubiera más zonas para caminar, quizá que volvieran a abrir el camino que nos comunica con el barrio del hospital Tres Culturas, y aunque… no puedo dejar de decir que me gusta mucho vivir en este cómodo, tranquilo y agradable barrio, y que no siento ninguna necesidad de mudarme de él. Felicidades vecinos, medio siglo es mucha vida.