Todos sabemos que el CD Toledo ha vivido altibajos a lo largo de su historia, y más aún si miramos el rendimiento de las últimas temporadas. Sin embargo, parece, aunque sea pronto, que de una vez por todas, ha sabido aprender de los errores del pasado para consolidarse y enfrentar cualquier reto con una mentalidad sólida y una gran cohesión dentro del vestuario. 
Esto le ha permitido desbloquear un aspecto que arrastraba desde la temporada pasada, como es el rendimiento en campos complicados y ante rivales que, aunque en teoría parecían sencillos, demostraron ser duros oponentes. Personalmente, considero que la clave ha sido la capacidad del equipo para adaptarse a las dificultades, manteniendo una filosofía de juego eficaz y, sobre todo, un grupo de jugadores comprometidos con su papel, independientemente de ser titulares o suplentes.
Esta situación es, sin duda, el resultado de un gran trabajo en el plano psicológico, al hacer de esta apuesta algo fundamental para el crecimiento del club, ya que demuestra una mayor solidez mental que le está permitiendo competir en cualquier escenario ante cualquier rival.
Este cambio en la actitud del equipo también se manifiesta en su juego. La dominancia en algunos aspectos no garantiza el éxito, pero esa adaptación a los contextos dan mayor versatilidad táctica al equipo. Sabiendo cuándo ese dominio es eficaz y cuándo ser más pragmáticos y confiar en que la ocasiones llegarán.
Y si a esto le sumas que todos los jugadores se están sintiendo importantes, los astros parecen que se están alineando. jugadores que saben y son capaces de asumir su rol en cada partido y dar, desde el inicio o desde el banquillo, su mejor versión es clave, más aún en un fútbol donde cambiar hasta medio equipo, con los cinco cambios permitidos, te da muchas más oportunidades de todo.
Y llegados a este punto, tengo que decir que la labor del mister y su cuerpo técnico también ha sido clave para crear este cambio de dinámica. Gran gestión de egos e implementación de una cultura de esfuerzo y humildad en la que todos los jugadores son importantes. 
Además, la rotación de jugadores en los partidos, no ha sido vista como un problema, sino como una oportunidad para que más jugadores sumen minutos y protagonismo conjunto. Esto ha hecho que, cuando el míster lo decide, o surgen lesiones o sanciones, los suplentes estén listos para asumir el reto sin que el equipo pierda solidez, contundencia y efectividad.
El Toledo ya no se confía, ni subestima a ningún rival. Al contrario, se enfrenta a cada encuentro con la misma seriedad, sin importar el nombre o la clasificación de su oponente. Este enfoque profesional ha sido fundamental para evitar sorpresas y mantenerse firmes en sus aspiraciones deportivas por el liderato.