Miguel Ángel Collado

Alma Mater

Miguel Ángel Collado


Cancamusa o cómo distraer sobre la condonación de la deuda autonómica

09/10/2023

En los espectáculos de magia, el mago cuando realiza un truco dirige la atención del público hacia aquello con lo que quiere distraerle de manera que no preste atención a lo que está sucediendo verdaderamente y que escapa, por tanto, a la consciencia del espectador. Es lo que se llama cancamusa cuya modalidad más incisiva es la directa, en la que el mago dirige expresamente la atención de los terceros hacia el lugar preciso donde quiere centrar el interés del público para desorientarlo y que no perciba el engaño.
Esta técnica se refina si el mago maneja simultáneamente varios ambientes o realiza más de un movimiento, atrayendo la atención sobre el escenario más grande, sobre el movimiento inicial y fundamentalmente sobre el más extremado, para lo que es decisiva la habilidad del mago y la colaboración del ayudante que a veces le acompaña en la teatralización del engaño.
En el escenario político actual se están ejecutando varios movimientos de ilusionismo con la amnistía y al referéndum que, siendo ambos de una gravedad extraordinaria, desvían la atención de otra cuestión capital, la condonación de la deuda con el Estado.
El modelo actual de financiación autonómica se aprobó en 2009, con el voto a favor de la mayoría de las Comunidades Autónomas, incluida Cataluña cuyo consejero manifestó en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, según los medios de comunicación, que el nuevo sistema no sólo era bueno para Cataluña, sino también para el conjunto de España. Es cierto que el sistema debía revisarse a los 5 años pero no ha sido posible un entendimiento para lograrlo y en 2012 se estableció el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), mediante el cual el Estado facilitaba a las Comunidades  préstamos con unas condiciones económicas favorables, de forma que mientras hubo gobiernos autonómicos que solicitaron un volumen reducido de dinero  otros  lo hicieron  en cantidades muy elevadas con el resultado de que, actualmente, el FLA representa casi el 60%  del total de  la deuda autonómica.
Condonar la deuda a una Comunidad Autónoma genera injusticia frente a aquellas más rigurosas económicamente, estimula el mal empleo de los recursos públicos en la confianza de que se perdonarán en el futuro otras deudas y produce como resultado financiero inmediato una drástica disminución de los flujos redistributivos en nuestro país a través de la aportación del Estado a las Comunidades Autónomas con menor renta. La lealtad institucional a la que está obligado el Estado con las Comunidades exige seguir la senda del bloque de la constitucionalidad planteando de manera multilateral y transparente en la institución pertinente, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la revisión del sistema de financiación autonómica. Una vez acordada la reforma se pueden estudiar  compensaciones justas y no meramente utilitaristas a favor de las Comunidades que se hayan visto perjudicadas por deficiencias del sistema vigente, que fue aprobado con el voto favorable de la mayoría de ellas y  previa evaluación de las políticas de gastos que se hubieran financiado con la deuda cuya condonación se pretenda.
En el presente tiempo de prestidigitación no se está prestando la suficiente atención a la exigencia de los partidos independentistas catalanes de condonación de su deuda con el Estado, como primera pero no última reclamación fiscal sino como paso intermedio a una suerte de Cupo vasco presentado bajo el eufemismo de 'cuota de solidaridad' entre Cataluña y el Estado español mientras se llega a la independencia, objetivo último de esos partidos y a cuya consecución les ayudaría disponer de mayores fondos instrumentalizados al servicio de ese fin último.