J. Monroy | TOLEDO

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El anuncio del cierre de la guardería de la parroquia de Santa Bárbara ha dejado totalmente desconcertadas a las siete trabajadores implicadas en el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) iniciado hace un año en la misma. La actual plantilla de la escuela infantil es de 22 personas, aunque siete de ellas están en el paro temporalmente desde el pasado 1 de septiembre como consecuencia de este expediente. De ellas, seis son las trabajadoras con más antigüedad del centro, con casi veinte años.

Tras el anuncio del pasado día 15 de julio, se sienten en el limbo y totalmente desamparadas, a la espera de ver qué respuesta da el arzobispado a su situación.

El ERTE, por lo tanto, sigue en marcha. Las trabajadoras están en el paro, pero no han podido buscar otro empleo, dado que en teoría en mes y medio se revisaba su situación. No han cobrado indemnización alguna por parte del Arzobispado, e incluso se preguntan si cuando las mandaron a su casa, no se estaba ya planeando esta medida final. El problema es que si a la postre terminan despedidas tras el cierre de la guardería, habrán perdido un año de paro y no saben qué va a pasar con su indemnización.