Estimada Josefina, háganos un favor a todas las mujeres, dimita. Márchese con su sermón paternalista, le gustará más que si digo maternalista, y sus consejos sobre el respeto cuando ha tenido la desfachatez de dar una rueda de prensa faltándonoslo a todas. Es bochornoso escucharla. Desde el primer segundo. Estimada concejala, vamos a aplicar su manual contra el maltrato: no hay que permitir que nos falten el respeto y usted lo ha hecho de manera insolente, por tanto, lo mejor es cortar la relación. Abandone el hogar que compartimos como conciudadanas, llamado Ayuntamiento.
Tiene la osadía de decir que va a «luchar» para que las mujeres se respeten y sean respetadas porque «cuando llega la agresión es porque antes uno ha dejado que se le falte el respeto». Una periodista, imagino que ojiplática ante su vomitivo discurso, le ofreció la oportunidad de rectificar pero usted ratificó lo dicho. Otra le preguntó si el aumento de casos de violencia de género entre los más jóvenes no tendría algo que ver con las políticas negacionistas y le contestó que qué políticas negacionistas, que no las hay cuando, unos minutos antes, demostró que es incapaz de llamar a cada cosa por su nombre y por no decir actos del Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres se ha inventado la Semana de la Mujer. Penoso. Por cierto, no sé qué tendrá que decir al respecto de todo este asunto el coordinador del Centro de la Mujer que estaba sentado junto a la concejala. Quizás, haberse marchado, habría sido lo deseable ostentando tal puesto.
Que ha organizado una semana para amar a las mujeres y hacerles un gran homenaje. Le doy una idea: ámenos, dimita el 25 y deje que la Plataforma Feminista haga su acto ya tradicional con todos los medios con los que han contado hasta ahora, sin excusas.
Dijo que ante «tanta ley, tanta norma, tanta ayuda» sigue habiendo violencia de género, de los dos, porque ella, dice, estudió en su día que hay dos géneros. ¿Le sobran las ayudas y las normas? Otro periodista le recuerda, por si lo ha olvidado, que están hablando de los actos del Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, no de los hombres, y la concejala le contesta que si él sabe cuántos suicidios diarios hay de hombres y tiene el poco respeto de decirle que no, que no lo sabrá, porque no nos hemos preocupado.
Hasta este momento, el alcalde está desaparecido. Tengo la impresión de que va a perder una nueva oportunidad de dejar patente de qué lado está. Me cuesta pensar que esté de acuerdo con tal dislate.
Es urgente que estos discursos desaparezcan. Estas son las palabras que siembran el maltrato. «También los hombres, ellas que lo permiten, suicidios diarios… dos géneros». Si el alcalde transige con que esta señora continúe en su equipo de Gobierno, será cómplice.
¿Imaginan 52 asesinatos de una banda terrorista en nuestro país en diez meses? ¿Permitiríamos que alguien lo negara con total impunidad? 52 mujeres han sido asesinadas. Señora Blázquez, lárguese.