Carlos Martín-Fuertes

Desde el Tajo

Carlos Martín-Fuertes


Recordando el 11-M y otras cosas

02/04/2024

Hace unos días, cuando se conmemoró el XX aniversario del fatídico atentado del 11-M de Madrid, le ofrecí al director de un medio con los que colaboro si procedía publicar una fotografía de María del Carmen Martínez Lominchar. Uno de los cuatro toledanos que perecieron en Atocha. Me dijo que no lo hiciera, que no serviría de mucho, puesto que, si las personas casi olvidamos fácilmente lo que acontece de un día para otro, «fíjate lo ocurrido hace veinte años». Digamos que me convenció y aquí lo dejé.
Días después y haciendo por teléfono un pedido a una panadería de Corral de Almaguer- pueblo natal de María Carmen-, hablé con un paisano de este asunto. Se echó a llorar el hombre diciéndome que le habían dedicado el auditorio, etc. Sin más, me apresuro a decir que en esa localidad toledana ejercí mis primeros trece años de mi vida como maestro, los mejores de mi vida; cuando más se aprende de lo bueno y de lo menos bueno.
Tuve la suerte de tener en el curso de 1971-72 una clase de primero de la recién nacida EGB con 35 niños de ambos sexos, y entre ellos a María del Carmen. Aún conservo y con relativa frecuencia saco de un sobre una fotografía de ese curso en el edificio de San Antón, perteneciente al colegio público 'Nuestra Señora de la Muela'. Mari Carmen poseía unas cualidades físicas excelentes; entrenábamos por la tarde y llegó a correr en el Club Atletismo Manchego, con sede en -Quintanar de la Orden y cofundado, entre otros, por el fallecido profesor de Educación Física y exalcalde Manuel Goya, y casi una decena de maestros desprendidos de la época y zona, entre ellos, el que esto escribe.
Hace unos años hablé telefónicamente con la alcaldesa que gobernaba en aquel momento Corral, también senadora; la planteé la idea de instituir una carrera con su nombre dado que cuando ejercía allí puse en marcha el Cross de Santa Águeda. No debió interesarla, pues me derivó al concejal de Deportes. De continuar organizándose hoy sería la prueba más antigua del calendario provincial y una de las tres más veteranas de la región. Al año siguiente de venirme se hizo de manera local y al siguiente desapareció. Ya no insistí, pero cada año por estas fechas, saco mi fotografía de grupo y recuerdo a aquellos niños, hoy ya padres y con hijos mayores. Mari Carmen estaba embaraza de cuatro meses. Se había ido a Madrid a trabajar como programadora informática y se había casado con un joven de Corral que ejercía como Policía Local. Allí donde pretendía obtener la paz y su modo de vivir se encontró con una muerte trágica y absurda. Era buena alumna y mejor hija, como sus padres, sencillos y agricultores. Ha pasado a la historia como una corraleña que portaba en su seno un ser humano y que la tragedia sesgó sus ilusiones en un día de primavera en Madrid. Descanse en paz.