Roberto Aguirre es el elegido para llevar el timón del CD Toledo 2020/21, de nuevo por la Tercera División. El técnico asturiano llega para poner al cuadro verde en una categoría superior después de un verano convulso (y cuál no es) en el que el desembarco de nuevos accionistas ha servido para acabar con el descubierto generado por la temporada anterior.
Con sobrada experiencia en el mundo del fútbol, Roberto Aguirre García (Oviedo, 24 de febrero de 1968) se inició en los banquillos en las categorías inferiores del Rayo Majadahonda, hasta que se hizo cargo del primer equipo en la temporada 1996/97, en Primera Preferente. Se mantuvo dos temporadas. En 1999 fichó por el CD Mosconia, conjunto de la Tercera de Asturias. Tras tres temporadas, salió con destino a la UP Langreo, club con el que se estrenó en Segunda División B, aunque acabó en descenso (2002/03).
Le llamó el Atlètic de Ciutadella, en Baleares, pero no pasó de ese año (2003/04), ya que después se sentó en el banquillo del Pájara Playas de Jandía, donde consiguió los objetivos durante tres ejercicios (entre 2004 y 2007). De ahí se fue al CD Soledad, también de Baleares, y luego al Atlètic de Ciutadella de nuevo, aunque en tres meses salió para firmar por el Lorca Deportiva CF. Lo dejó subcampeón tras una espectacular remontada, pero el club acabó bajando a Tercera en los despachos (2009).
Su siguiente equipo fue el Pontevedra CF, pero duró 14 jornadas y fue sustituido por Pablo Alfaro (temporada 2009/10). Inició entonces, en 2010, una aventura en el Zamora CF que duró casi cinco campañas porque en la 2014/15 le destituyeron a falta de tres jornadas por tener al club rojiblanco en posiciones de descenso. El CD Mensajero confió en el ovetense para el curso 2015/16 tras la espantada de Víctor Afonso, pero lo despidieron tras la jornada 20, en las que el cuadro canario solo ganó tres partidos.
Regresó entonces a su tierras en 2016 para dirigir al CD Lealtad de Villaviciosa, de nuevo en Segunda B. Lo salvó en 2017 pero no en la temporada 2017/18, así que se quedó sin renovación y tuvo que marcharse al Unionistas de Salamanca. En la campaña 2018/19 consiguió la salvación y clasificó al equipo para la Copa del Rey, pero en la 2019/20 solamente duró diez jornadas. El 27 de octubre de 2019, tras caer por 1-2 en casa ante el Arenas, fue destituido. El cuadro salmantino solamente había ganado un partido.