La lista es larga y el tiempo es tasado pero tengo la íntima necesidad de escribirte algo que, seguramente, ya sabes pero, en este caso, no me importará la llamada al orden o aquello de «Sr. Corrales vaya terminando». Allá voy.
Quiero que sepas que a diario muchos toledanos me preguntan cómo estás o me cuentan lo bien que les trataste y lo mucho que les ayudaste.
Quiero que sepas que rezo a diario por volver a darte un abrazo.
Quiero que sepas que echo mucho de menos nuestras conversaciones sobre la mejor manera de hacer de Toledo la ciudad con la que soñamos.
Quiero que sepas que siempre hará falta un tú para mejorar nuestras vidas.
Quiero que sepas que, aunque tú creas que nadie se daba cuenta de lo que hacías y de cómo lo hacías, todos sabemos cuánto y qué bien has hecho las cosas.
Quiero que sepas que me siento un privilegiado por haberte conocido y que no soy el único que piensa así, ni mucho menos.
Quiero que sepas que me has enseñado muchas cosas, incluso, en ocasiones, has conseguido hacerme cambiar de opinión sobre cuestiones que creía tener muy claras (y mira que esa tarea era difícil).
Quiero que sepas que siempre serás -para mí y para muchos- un espejo en el que mirarme y un referente al que copiar (te adelanto posibles plagios…).
Quiero que sepas que en este momento hacen falta muchos tú para reconducir la deriva y para recuperar la sensatez y el sentido común.
Quiero que sepas que siempre estaré aquí para lo que necesites y para lo que te pueda ser de ayuda.
Quiero que sepas que tienes mi admiración, mi respeto y mi cariño ganado desde hace ya un tiempo y eso es para siempre.
Quiero que sepas que eres y serás siempre «un puto máquina».
Un fortísimo abrazo, AMIGO!
P.D.: Aunque sé que te lo leyeron, lamento no haber podido leerlo contigo. Descansa en paz, AMIGO!!
Siempre estarás conmigo!!