Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


El padre Ángel sí sale en la foto

03/12/2024

He escuchado en algunas radios tremendas invectivas contra el padre Angel García, sí, el famoso 'padre Angel', que aparecía este fin de semana en muchas portadas fotografiado en la segunda fila del congreso del PSOE, preciosamente detrás de Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez. La inequívoca figura del sacerdote más popular de España, con sus eternas corbata y bufanda rojas, llamaba la atención, claro, en un congreso aplaudidor, excluyente, que algunos han querido catalogar como 'a la búlgara'. Un acto partidario de estas características rara vez suele dedicarse al debate a fondo del programa del partido, y menos frecuentemente aún produce una verdadera renovación de sus dirigentes más quemados. Todo se va en inquebrantables muestras de adhesión y en parafernalias sin sentido.
Me honro con la amistad del personaje a quien yo llamo 'el cura'. He comprobado muchas veces su bonhomía y su preocupación por los que nada tienen. Y más de una vez me he atrevido a criticarle su exceso en la exposición mediática, que tantos enemigos -por unas u otras razones- le ha granjeado. Le he criticado, sí, acaso sin reparar suficientemente en que lo mismo que acepta la invitación para ir a un partido la acepta para ir a cualquier otro. O a cualquiera de esos desayunos multitudinarios a los que vamos los periodistas para ver empresarios o políticos. "Es que hay que estar donde están las gentes que pueden cambiar el mundo, y esos son los políticos y los empresarios", me replica siempre 'el cura', con su sonrisa plácida..
Y tiene, pienso ahora, razón. Si no estás, te excluyen. Si quieres influir en favor de quienes nunca van a esos desayunos en super hoteles, ni a esos congresos, ni a los saraos políticos y mediáticos que reúnen a quienes, de una u otra forma, mandan, habrás de acudir a pedirles que intercedan en favor de esa otra España que está ausente y que sigue sin notar lo bien que, según nos dijo Sánchez en la clausura de 'su' congreso, nos va.
Hay una España intermedia entre las dos Españas que solo van a los suyo: la que va a los actos de todos, intentando escuchar lo que cada uno de ellos tiene que decir. La España de Angel García, ese cura asturiano más que octogenario que sigue sacando fuerzas para, como su modelo el papa Francisco, mantenerse en continua actividad, subiendo a los palacios y bajando a las cabañas, pretendiendo poner de relieve a quienes habitan en los primeros lo que se sufre viviendo en las segundas.
Con él me embarqué un día en la pretensión de que los políticos de este país alentasen un Ministerio contra la Soledad, pensando que alguna vez nuestros representantes quizá dedicasen una parte mínima de su tiempo a pensar en el ciudadano, en todos y cada uno de los ciudadanos a los que representan. Nunca nadie, ni en la derecha ni en la izquierda, acogió la idea. Y el cura Ángel sigue en su peregrinar incesante, arrostrando las críticas. Porque él se mueve, siempre se mueve, y por eso sale en las fotos, incluso en las de Pedro y Begoña. Son los que nada hacen excepto ir a aplaudir a todo cuanto diga 'el jefe', los sectarios, los pelotas, los que nunca deberían salir en foto alguna. Ni tampoco, por cierto, en los nombramientos del 'Boletín Oficial del Estado' y aledaños.