Tras el anuncio, hace unos días, de Francia, sobre el kit de supervivencia que, un día después ha tomado como suyo la UE de Von der Leyen, se abre una situación más que añadir a la incertidumbre que nos rodea.
Bien es cierto que, desde hace un tiempo, el lenguaje beligerante es parte del día a día. Parece que hablar de batallar cada propuesta política, estar en la trinchera cotidiana o la lucha constante de la izquierda, son algunas terminologías desde la irrupción radical del movimiento 15M.
Esa beligerancia lingüística, además, ha subido de decibelios desde la pandemia, porque estamos un poco hartos hasta de nosotros mismos, de que nos tomen a chufla, de que nos manipulen, de que nos tomen el pelo a todas horas y por cualquier motivo. No es que fuéramos más torpes antes y no éramos tan beligerantes, sino que cabe la posibilidad de que hemos visto las orejas al lobo y estamos en tiempo de descuento.
Y, tras el anuncio del kit, que ya se veía venir desde hace tiempo (los primeros que hicieron esto fueron los escandinavos hace ya unos pocos de años, tras la invasión ilegal de Ucrania a manos rusas, concretamente), ¿Qué viene después? El rearme por un lado, la reinstauración del servicio militar obligatorio (como ya ha anunciado Alemania) e incluso el empezar a creer, más fuertemente, que necesitamos un ejército único europeo que no dependa de terceros.
¿Y si todo esto no fuera suficiente? ¿Y si todo esto no fuera verdad? ¿Y si todo esto es un plan estructurado para ponernos las orejas tiesas ante la dejadez y la falta de compromiso de una sociedad echada a dormir sobre el azahar de debates huecos y vacíos?
¿Y si nos estamos viendo, como en el siglo pasado, cuando se dejó hacer y deshacer a autócratas para conducirnos hasta los peores capítulos de barbarie cometidos por el ser humano? ¿Y si esta vez no hay nadie dispuesto a ponerle el cascabel al gato como en aquel entonces? ¿Y si esta vez Al-Ándalus vuelve a ser puesto en el punto de mira? ¿Y si esta vez nos lo empezamos a tomar en serio?¿Y si esta vez dejamos de repartir abrazos, nos ponemos serios y hablamos de nuestra Seguridad Nacional?