Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Oposición implacable

03/09/2024

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, lanzará toda la artillería de su partido y todo su poder institucional contra el Gobierno de Pedro Sánchez, el más "endeble e inestable" de la democracia, al que no concederá ni un momento de tregua en su labor de oposición en todos los frentes, con algunos hitos destacables, como la financiación singular o concierto catalán, el problema migratorio que ha adquirido una importancia inducida, los problemas judiciales en torno a la familia del presidente del Gobierno, con la inestimable y polémica actuación de algunos jueces, o la existencia de un calendario político-judicial en el que están involucrados tanto el CGPJ como el Tribunal Constitucional o la Fiscalía General del Estado, a lo que se añade un llamativo silencio sobre la situación económica, desaparecida de sus críticas más furibundas.  

Existen formas y maneras de ejercer la oposición y Núñez Feijóo ha apostado por no dar ninguna posibilidad al acuerdo. Es verdad que puede estar cansado de proponer pactos de Estado a Sánchez, que hace oídos sordos de ellos, pero no lo es menos que pactar no supone intentar aplicar el programa electoral con el que no pudo convencer a todos los ciudadanos a pesar de ganar las elecciones, una frustración que no ha sido capaz de superar, de tal forma que ninguna de las partes piensa en políticas de consenso en ningún plano.  

Feijóo está convencido de que la duración de la legislatura depende de los partidos independentistas catalanes que dan soporte parlamentario al Gobierno y que pueden retirárselo en cualquier momento. En el mismo sentido también depende de ellos darle la segunda oportunidad para llegar a La Moncloa y es muy posible que traten de dilatar ese momento lo más posible, con lo que esperan casi tres años de crispación y parálisis

La cuestión es si eses tipo de oposición implacable da suficiente crédito para alcanzar su objetivo dado que incluye el cuestionamiento de instituciones democráticas fundamentales con las que tendrá que trabajar, y ya ha anunciado que va a derogar el cupo catalán, cuando podría hacer pedagogía sobre la imposibilidad de ponerlo en marcha. Pero eso es menos crispante que apuntar a las desigualdades que produciría su aplicación y la tensión que genera tanto en las comunidades autónomas que gobierna como en el seno del PSOE; o hacer  responsable a este partido de la falta de acuerdo en materia migratoria, que es imposible mientras el PP asuma de forma vicaria los postulados de la ultraderecha y se oponga a las modificaciones legislativas que son precisas para abordar el asunto incluso desde el punto de vista de los intereses de sus propias comunidades autónomas. Igualmente sería positivo un compromiso para no realizar la misma ocupación de las instituciones del Estado que ahora critica a Pedro Sánchez. El tiempo confirmará cómo lo hace.

Una oposición inmoderada debe ir, pese a todo, acompañada de propuestas que vayan más allá de la derogación del sanchismo que aparece al fondo de todas sus críticas a la situación actual.  Nada de eso aparece en el programa de oposición de Feijóo para el nuevo curso político. Al líder del PP le anima que todas las encuestas le dan una importante ventaja sobre el PSOE en unas hipotéticas elecciones generales, lo que avalaría su presión ante las cesiones de Sánchez a los independentistas y sus asuntos legales.