Primoz Roglic (Jumbo Visma) entró ayer en Roma como 'emperador' de la 106 edición del Giro de Italia, una vez finalizada la última etapa, con salida y meta en la capital, de 126 kilómetros de recorrido, en la que se impuso el británico Mark Cavendish (Astana).
Cavendish (Douglas, 38 años) se sumó a la fiesta de Roglic como protagonista del final de la edición, ganando al esprint en su última temporada como profesional con un tiempo de dos horas, 48 minutos y 26 segundos, a una media de 44,600 km/hora, por delante del luxmburgués Alex Kirsch (Trek Segafredo) y del italiano Filippo Fiorelli (Bardiani).
Fue la victoria número 162 del 'Expreso de Man', quien contó con la labor de lanzador del mismo Geraint Thomas, el líder del Ineos y segundo en la general. El británico, con 16 etapas en el Giro y 34 en el Tour, se llevó un recuerdo monumental de Roma. La 'maglia rosa' quedó en poder de Roglic (Trbovlje, 33 años), quien sumó su cuarta 'grande', ya que en su palmarés figuran tres Vueltas a España. Le acompañan en el podio Thomas (Ineos) y el portugués Joao Almeida (UAE Emirates).
Un triunfo el del esloveno que enriquece aún más sus vitrinas, en las que figuran otros títulos como la medalla olímpica contrarreloj en Tokio 2020, una Lieja-Bastoña-Lieja, dos Itzulias, dos Tirreno Adriático, dos Vueltas a Romandía, el Dauphiné y la Volta a Cataluña, hasta sumar un total de 73 triunfos.
En su hoja de servicios falta el Tour de Francia, una espina que lleva clavada en el alma este exsaltador de esquí que llegó tarde al ciclismo, pero en el que escaló a las cotas más altas a base de esfuerzo y desafíos constantes.
Aquella 'crono' en La Planche des Belles Filles le negó el Tour a Roglic en favor de su compatriota Tadej Pogacar, pero la contrarreloj del Monte Lussari en este Giro le compensó aquel inmenso dolor. Aunque el esloveno, incombustible como siempre, volverá a intentarlo otra vez este verano en Francia.