Sin centro de salud, sin farmacia, sin negocios y con casas destrozadas. Así amaneció este lunes el municipio de Yunclillos, «zona cero» de la DANA en Toledo que pide ayuda especializada para dejar de ser un pueblo «fantasma» y poder salir adelante de los devastadores efectos de las lluvias torrenciales del fin de semana.
Este es el panorama que ha descrito en declaraciones a EFE el alcalde de Yuncillos, Manuel Zamarreño, que ha lanzado un grito de socorro para este pequeño municipio de la provincia de Toledo de unos 800 habitantes, después de que la gran tormenta del domingo provocara que un río les pasara literalmente por encima con un caudal «inmenso» jamás visto.
Zamarreño ha detallado que «arrasó la plaza entera», que prácticamente es medio pueblo, que tiene 50 metros de anchura y unos tres metros de altura, que se vieron rebasados por completo por el «agua a mansalva» que de repente vieron correr «de punta a punta» y por las calles colindantes a la propia plaza.
De hecho, la crecida del arroyo sorprendió a este alcalde del PP y a otros miembros de la corporación que habían acudido a ayudar a los primeros afectados en lo que ha denominado como «el primer aviso», a mediodía del domingo cuando el arroyo ya reventó en algunas de sus partes por la intensa cantidad de agua que llegaba del valle con un caudal incontrolable.
«Salieron corriendo como pudieron», ha declarado el regidor, pero los coches fueron arrastrados por el agua y están prácticamente enterrados en el arroyo, sin haber tenido aún este martes posibilidad alguna de sacarlos.
Zamarreño ha señalado que las personas mayores del municipio no recuerdan una situación así desde hace al menos 40 o 50 años, al tiempo que ha recordado que en la DANA de septiembre de 2021 Yunclillos no resultó afectado y tan sólo se han producido pequeñas crecidas que absorbe el arroyo pero nunca como en esta ocasión.
FALTAN MANOS QUE AYUDEN. En su grito desesperado, el alcalde de Yunclillos ha manifestado: «Nos falta personal para ayudar a sacar el lodo de las viviendas y de toda la zona de la plaza, pero personal especializado en este tipo de situaciones», ha apostillado.
No obstante, ha agradecido la ayuda que desde un primer momento le brindó la Diputación de Toledo, esa misma madrugada del lunes, con maquinaria para empezar a limpiar el arroyo.
En estos momentos, disponen de maquinaria agrícola para retirar toda la suciedad arrastrada por el agua y «todos los vecinos del pueblo se han volcado», ha subrayado, así como han recibido más camiones por parte de la Diputación, retroexcavadoras y dos autobombas del Plan de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha (Infocam).
Con todo, se ha lamentado: «No tengo farmacia, ni centro de salud, medio Ayuntamiento está caótico porque la parte de abajo no se puede utilizar, todos los negocios y viviendas afectados, no tenemos panadería, ni luz ni agua. Ahora mismo estamos sin nada, como un pueblo fantasma».
Este mismo martes ha acudido personal del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) para evaluar los daños en el centro de salud y buscar una solución para prestar el servicio sanitario.
Dada la situación, Zamarreño ha considerado que es «impepinable» que Yunclillos se sume a la petición de declaración de zona gravemente afectada porque es la «zona cero» y el pueblo está «totalmente demacrado».
Mientras retiran enseres y lodo e intentan volver a una cierta normalidad, para la que el alcalde ha dicho que «hace falta mucha mano de obra», los vecinos que no pueden entrar en sus viviendas están siendo alojados en una casa rural en la parte alta del pueblo y con familiares en otros pueblos.
«Va a ser complicado levantar el ánimo a la gente», ha concluido Zamarreño.