El CF Talavera atraviesa por momentos difíciles: las últimas dos derrotas consecutivas le han dejado quinto, a cinco puntos de liderato y, además, existe cierto distanciamiento entre el equipo y el técnico, Pedro Díaz, con un sector de la afición.

En este sentido, el presidente blanquiazul, Josué Blázquez ha señalado a este periódico que «es un hecho que no es nuestro mejor momento, ni estamos donde desearíamos porque nos gustaría estar primeros con una ventaja importante». Pero al mismo tiempo destaca que «queda mucha Liga».

Invita a la reflexión y a analizar los aspectos a mejorar de cara «a llegar al final de Liga con todas las opciones de estar en la primera posición».

El conjunto talaverano ha perdido los dos últimos partidos contra el colista y ante el líder, respectivamente, lo que le lleva a Josué Blázquez a considerar que «es cuestión de dinámicas y estamos ahora en una mala a la que nos está costando dar la vuelta». Ante esto, lo que corresponde «es agachar la cabeza y trabajar para ganar el próximo encuentro ante el Adarve, que va a ser también un partido difícil, y continuar en los puestos altos». Al mismo tiempo es consciente de que en un proyecto como el del CF Talavera, «a medio y largo plazo, pues iba a haber momentos como éste. Hay que asumirlo y tener tranquilidad».

Pero también considera que hay que valorar los éxitos del equipo como ostentar el liderato de la Liga durante buena parte de la primera vuelta, jugar la final de la Copa Federación y disputar la eliminatoria de la Copa del Rey frente al Almería.

Durante un campeonato de liga hay diversas fases y en ésta, donde los resultados se resisten, «tenemos que estar todos juntos, club, jugadores y afición; debemos demostrar la grandeza de esta ciudad y de este equipo». Porque «depende de todos llevar al Talavera a lo más alto».

En la Liga no hay nada escrito: «Está todo por hacer; contamos con un proyecto ambicioso en el que podemos conseguir todavía el ascenso ya que estamos a tiempo». Y para lograrlo «tenemos que luchar todos juntos».

Porque hay un sector de los seguidores que parece que se ha sobrepasado en las críticas: «Hay que pedir un sosiego a la afición porque lo importante es el equipo». Está convencido de que a estos aficionados «lo que más les gusta es que el Talavera está lo más arriba posible». Por descontado, «entiendo el enfado de la afición porque a nadie le gusta irse a su casa con un 1-4».

Una posible vía de solución puede ser que «tantos ellos como nosotros nos dejemos de egos porque el objetivo principal es que el CF Talavera milite la próxima temporada en Primera RFEF».

Dos nombres propios en esta polémica entre afición y equipo. El primero el capitán y central Dani Ramos: «Lleva una excelente temporada, aunque el domingo sí es cierto que cometió algún error». Sabe que el futbolista «es consciente de todo y mira por y para el equipo y el club».

Por su parte, el entrenador, Pedro Díaz, arremetió el domingo contra los aficionados más críticos al asegurar que «no se puede pegar palos desde el minuto uno».

El máximo mandatario blanquiazul ha hablado con el técnico y «es muy consciente de lo que hizo, pero hay que entenderle también: está a 400 pulsaciones y tu equipo no está jugando como tú quieres ni obteniendo los resultados deseados, y encima recibes esos chillidos desde el minuto cero, pues no es agradable».

Josué Blázquez ha apuntado que «no sé si en algún caso se está sobrepasando la barrera del insulto y hay que tener cuidado». Y deja claro que en el CF Talavera son conscientes de «donde estamos y a lo que nos exponemos». Ahora bien, ha advertido que «estaremos más a gusto si tenemos el viento a favor que en contra». Además, en el aspecto institucional «las aguas están mucho más calmadas», lo que resulta fundamental para el éxito deportivo.

Por otro lado, el presidente tiene previsto reunirse, en principio el jueves, con la plantilla porque «a los jugadores no les están saliendo las cosas y también por el ambiente que se ha creado». Es  obvio que «una victoria sana todo» y es de esperar que sea el domingo ante el Adarve.