La «mayoría» de las marchas de protesta de los agricultores en la provincia se celebraron sin la autorización de la Delegación del Gobierno. Aunque «estaban comunicadas», las tractoradas que se sucedieron por diferentes puntos de la geografía toledana «incumplían los requisitos formales», según explican desde el órgano de la Administración central en la región. Algunas de las marchas se presentaron «fuera de plazo»; otras no llegaron a pedir el visto bueno preceptivo. Pese al carácter informal de la reivindicación, no se registraron detenidos ni incidentes reseñables en los piquetes instalados en las principales carreteras del territorio.

La acción coordinada que paralizó el territorio toledano se terminó de perfilar durante el domingo y el lunes a través de diferentes grupos de WhatsApp y Telegram, y por diversas redes sociales. Los cortejos de vehículos agrícolas que colapsaron el tráfico rodado en la provincia cuentan con el «respeto» de las grandes asociaciones agrarias, aunque la fecha de la gran movilización del sector, bajo el paraguas de Asaja, UPA y COAG, está fijada para el próximo miércoles 14 de febrero. Blanca Corroto, presidenta provincial de Asaja, asegura que su actuación está «comunicada en tiempo y forma, dentro de la ley» y reclama, también a los convocantes de la movilización imprevista, «unidad de acción» para presionar en favor del futuro del campo. Unión de Uniones, por su parte, mostró su apoyo e instó a las autoridades autonómicas, nacionales y europeas a una solución. Miembros de esta entidad participaron «con tractores» en las protestas.

Los cortes en las carreteras provocaron la cancelación de las clases en el colegio de Dosbarrios, localidad próxima a la autovía A-4. Fueron nueve los docentes que no pudieron llegar a la escuela, lo que obligó a mandar a casa a unos 130 escolares. Una situación parecida se produjo en el colegio Garcilaso de la Vega de Madridejos, donde una decena de profesores faltó a su puesto de trabajo por las retenciones en la autovía de Andalucía, aunque el resto de maestros pudieron suplir la falta de sus compañeros. En la misma carretera, una de las más afectadas por la concurrencia de cortes en Seseña, Ocaña y Madridejos, efectivos de la Guardia Civil tuvieron que escoltar a la familia de un niño de 18 meses a quien tenían que operar de una cardiopatia en Madrid. Asimismo, seis ambulancias en dos horas pudieron sortear el corte de tráfico en la A-42 a su paso por Toledo que bloqueaba la zona de Las Nieves.

El colapso de las principales autovías se trasladó a otras carreteras menores, incluso a las vías interurbanas. La CM-400, entre Madridejos y Consuegra, registró atascos de consideración; también la CM-4010, desde Yeles hacia Illescas, y la CM-41 y la CM-43 cerca de la confluencia con la A-42 en el término municipal de la cabecera sagreña. El tránsito en la avenida Castilla-La Mancha de Illescas fue lento.