El secretario regional del Partido Socialista, Emiliano García-Page, ya ha tomado la decisión que marcará su futuro político: concurrirá a las primarias de su partido en Castilla-La Mancha -que se celebrarán el 26 de octubre si al alcalde de Toledo le surge un rival que logre reunir 1.100 avales antes del 1 de octubre- para conseguir su nominación como candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades. Medirse el próximo mes de mayo a Cospedal en las urnas tiene una consecuencia práctica: su renuncia a optar a un tercer mandato consecutivo como alcalde de Toledo.
No obstante, el alcalde de Toledo está sopesando la posibilidad de abandonar la Alcaldía de Toledo antes de que termine la legislatura con dos objetivos primordiales: dedicar buena parte de los meses que quedan para las elecciones autonómicas a recorrer la región para explicar sus políticas si llegara al Palacio de Fuensalida y designar un candidato claro a sucederle al frente del Ayuntamiento de Toledo.
Tras el fin de las vacaciones, los contactos de Emiliano García-Page para pulsar distintas opiniones tanto de dentro como fuera del partido se han multiplicado. Y parece que ya tiene decidido el nombre de su ‘delfín’ dentro del actual equipo de Gobierno: Javier Nicolás, actual concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo. En la carrera por la sucesión parecen ya descartados tanto el concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, como el propio portavoz, Rafael Perezagua, que hace unos meses ya anunció que no volvería a repetir en las listas municipales. Al parecer, su intención es seguir a García-Page en su nuevo periplo regional.
Tal vez, del posible relevo, que se produciría tras la celebración de las primarias regionales, hablaron Emiliano García-Page y Javier Nicolás el viernes 12 de septiembre, ya que ambos viajaron a Albacete para asistir a varios actos que el partido organizó con motivo de la feria de esta ciudad de la región.
La intención de dejar a Javier Nicolás al frente de la Alcaldía a escasos meses del fin de la legislatura obedece al intento de Page de evitar que se celebren unas primarias para la elección del candidato de los socialistas a ocupar la Alcaldía de la capital, que el Comité regional decidió que se celebrarán el 30 de noviembre, aunque también abrió la puerta a que las agrupaciones locales fijen la fecha. En principio, el procedimiento no se activa de forma autonómica cuando un alcalde en ejercicio decida presentarse a la reelección como sería el caso de Nicolás si hereda el bastón de mando. En este apartado, el reglamento es muy ambiguo puesto que no explicita cuánto tiempo tiene que llevar un alcalde gobernando para esquivar el proceso de primarias o si éstas pueden activarse si el regidor no ha salido elegido tras un proceso electoral. “En el supuesto que las instituciones referidas en el apartado anterior estén gobernadas por el PSOE, las primarias deberán ser solicitadas por el 40% de los militantes de la agrupación local correspondiente”, señala el apartado 3 del artículo 37 de la normativa reguladora de los cargos públicos del PSOE. Por tanto, la decisión quedaría pendiente de lograr que cuatro de cada 10 militantes se muestren a favor de abrir el proceso, una tarea ardua pese a que la agrupación local de Toledo intentará forzar la elección del candidato entre los militantes. No hay que olvidar que los partidarios de Pedro Sánchez ganaron en Toledo y quieren que el candidato no lo imponga el aparato. Ambas partes miden sus opciones y no se descarta que algún candidato haga pública su intención de ir a las primarias antes de que Page ceda el testigo a Nicolás.