Revolución educativa para los más vulnerables

O. Furones
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El Colegio de Doncellas Nobles marcó un cambio radical al introducir un nuevo concepto educativo que democratizó el acceso a la educación de las clases más desfavorecidas

Revolución educativa para los más vulnerables - Foto: Yolanda Lancha

Mezcla única de encanto y riqueza cultural. Toledo destaca por ser un destino predilecto para innumerables visitantes con afán de sumergirse en una experiencia completa.

Cada día, cientos de curiosos se aventuran a descubrir los tesoros gastronómicos, la vibrante cultura y el impresionante patrimonio que esta joya castellano-manchega tiene para ofrecer. 

La ciudad de las Tres Culturas, cuyos cimientos se entrelazan con la historia, se presenta como un escenario vivo donde cada rincón cuenta una leyenda y cada piedra resguarda la memoria de batallas épicas. La ciudad se convierte, así, gracias a su patrimonio, en un libro de narrativas históricas que se despliega a lo largo de sus callejuelas de piedras centenarias que conducen a través de sus monumentos. 

Revolución educativa para los más vulnerablesRevolución educativa para los más vulnerables - Foto: Yolanda LanchaEste enclave, asentado como la capital regional de Castilla-La Mancha, se erige como un santuario para aquellos que buscan desconectar de la rutina diaria. Desconexión que pasa por descubrir o desempolvar la belleza de una ciudad única. Por ello, nace la pulsera turística. Por tan solo 12 euros, este artículo ofrece la posibilidad de disfrutar de siete de los lugares y monumentos más impresionantes de la ciudad.

Desde el majestuoso Real Colegio Doncellas Nobles hasta la antiquísima Sinagoga de Santa María la Blanca, pasando por el imponente San Juan de los Reyes, se despliegan siete espacios únicos en los que cada piedra, cada minucioso detalle, cuenta una historia singular. La pulsera, con una duración de una semana desde la fecha de compra, brinda la oportunidad de explorar cada monumento por separado. 

 Concebida para la comodidad de los visitantes, puede adquirirse en cualquiera de los siete monumentos, permitiendo a los turistas y vecinos disfrutar de estas maravillas en el orden que prefieran. Esta experiencia, más que un simple acceso, es un pasaporte a la riqueza histórica y arquitectónica que caracteriza a cada uno de estos lugares emblemáticos de Toledo.

Entre los diferentes puntos visitables se encuentra el Real Colegio Doncellas Nobles, «con un claustro precioso, mencionando también su iglesia y el colegio. A la hora de referirnos al colegio hay que destacar que se trata de la estructura en general de todo lo que se visita, el patio, el claustro, el salón rectoral... un lugar excepcional, majestuoso», destaca el ecónomo diocesano de la Diócesis de Toledo, Anastasio Gómez.

El Cardenal Silíceo desempeñó un papel crucial como artífice principal del Colegio de Doncellas Nobles. En 1551, fundó esta institución con el propósito de acoger a jóvenes con escasos recursos provenientes de la Archidiócesis de Toledo, brindándoles formación tanto cristiana como humana. Con el tiempo, este colegio se ganó la reputación de ser uno de los mejores en Europa, destacando por su compromiso con la educación y el desarrollo integral de los estudiantes.

Aún se puede pasear por sus pasillos, revivir el paso del tiempo de los alumnos que rondaban y merodeaban por allí. 

En el edificio, en su fachada, una puerta barroca permite el acceso a la iglesia. Dentro, aguarda la capilla de estilo renacentista y barroco temprano. 

«En el centro de la capilla se encuentra el catafalco del Cardenal Silíceo», señala Gómez. En este imponente mausoleo de mármol blanco y gris descansa el cardenal, quien expresó su deseo de ser sepultado «cerca de las colegialas». Desde su fallecimiento, yacía en un sencillo ataúd de madera, cubierto con un paño negro y una mitra, hasta la creación de esta espléndida tumba que ahora lo resguarda con solemnidad.