La elección de España y Portugal, junto a Marruecos, para la celebración del Mundial de Fútbol 2030 ha vuelto a poner sobre la mesa, ahora con prisa y casi como una obligación, el proyecto de Alta Velocidad Madrid-Extremadura-Lisboa, donde Talavera tiene paso y parada. Se trata de un impulso más que necesario que sustenta la viabilidad de un proyecto con muchos años de retraso, tantos como 23.
Desde la Plataforma Sudoeste Ibérico en Red, su portavoz, Antonio García Salas, confirma la unión de las dos capitales de la Península Ibérica por Alta Velocidad como la única salida real y sostenible. «No se puede contemplar un Mundial de Fútbol con 10 o 12 sedes en la Península y con un plan de movilidad en 2030 que sea sostenible, eso solo lo aporta el ferrocarril», explica en declaraciones a La Tribuna.
La conexión Madrid-Lisboa forma parte de la red básica del Corredor Atlántico contenida como línea de Alta Velocidad de pasajeros y mercancías, proyecto actualmente en marcha y que tiene que concluir y aprobarse definitivamente en este trimestre, lo que contempla que la red básica tiene que estar terminada en 2030, añade.
El Mundial de Fútbol y lo que España y Portugal se juegan, con el compromiso de ambos países, se une a las exigencias europeas para su finalización. «El Mundial no se puede concebir sin esta conexión».
Ahora, con el horizonte de 2030, el reloj vuelve a ponerse en marcha, y no se permiten retrasos. Desde la plataforma recuerdan que este tipo de tareas requieren «mucha antelación, no es un acto de voluntad que se haga cuando uno quiere, necesitan tiempo y hay que acelerar todos los procedimientos y concursos necesarios para que se haga lo antes posible».
Viabilidad. Consideran que es «viable», a pesar de que aún existen muchos tramos casi sin definir, algunos más avanzados y otros, los menos, con un elevado grado de ejecución o parcialmente concluidos. Estos últimos se encuentran en la parte del AVE extremeño, aunque «decir que ya hay un tramo de Alta Velocidad es tener mucha generosidad». En su opinión, no hay ningún tramo de AVE porque no hay un sistema de seguridad y control de tráfico y señalización que sea de AVE». Los parcialmente concluidos, ya están electrificados, algo que se destaca como un gran avance «cuando la electrificación llegó a otras líneas españolas hace ya 100 años», lamenta.
El mayor retraso se encuentra en algunos tramos, no solo en la provincia de Toledo, del que falta la resolución de alegaciones del estudio informativo, algo que define como «inconcebible», sino también en otros como la conexión internacional entre Badajoz y Portugal, «unos 30-40 kilómetros que no están presupuestado ni aparecen en ningún plan».
Ya en el país vecino, la mitad del trayecto entre la frontera y la capital portuguesa se encuentra muy avanzado, aunque no confía en que pueda estar finalizado en el segundo trimestre del año, como aseguran algunas fuentes. Es más probable que pueda estar acabado a finales de 2025 o incluso 2026.
Es en este tramo de la línea de AVE, ya casi en Lisboa, donde según García Salas puede haber alguna dificultad física y administrativa, en la travesía que hay que hacer en el Tajo en la capital lusa, «que podría paliarse de alguna manera con una estación que hay antes de Lisboa, y con cercanías facilitar los accesos a la capital».
Para avanzar, «hay que tomar decisiones», añade, argumento que también sirve para la segunda estación de AVE en Toledo, y a poder ser, «en este primer trimestre que hay que presentar el proyecto en Europa», insiste.
En lo que se refiere a la provincia de Toledo, confían que la electrificación de la línea convencional pueda estar en 2027, «lo que nos permitiría mejorar sensiblemente el servicio y que haya un material rodante electrificado mucho mejor».
En cuanto a la línea de AVE, «hay un compromiso que es inmediato, pero lo inmediato era hace dos o tres años», ironiza. La urgencia del Mundial y «la buena voluntad política» son fundamentales para que este proyecto llegue a tiempo. El nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, «la tiene, así lo ha mostrado en las declaraciones que ha hecho, pero eso se lo hemos oído también a la ministra anterior y a los cuatro anteriores a ella».
Por ello, esperan un «gesto» como un paso más en esta voluntad, que se traduzca en presupuestos, concursos, adjudicaciones e inicio de las obras.