El calvario de Christian Epitie

J. M. Loeches
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El deportista toledano sigue esperando, tras cuatro años, para conseguir la nacionalidad española que le permita participar en competiciones internacionales

Christian Epitie

A punto de cumplir 26 años, Christian Epitie (12-2-1998) ya se ha tenido que perder varias competiciones internacionales. Se encuentra, probablemente, iniciando el mejor momento de su carrera deportiva, pero los problemas para conseguir la nacionalidad española le han empujado a perder oportunidades deportivas y profesionales que ya no volverán. Por eso, su entrenador en el CD Realidad Toledo, Ricardo Bolaño, ha querido alzar la voz para ver si es posible que se agilicen los trámites tras cuatro años infructuosos.

«Su propio abogado dice que no entiende por qué no se ha resuelto el caso ya cuando hay otros que tienen el mismo tiempo y acabaron hace un tiempo», asegura Bolaño, bastante molesto por el Ministerio de Justicia por no acabar con una situación que le resulta a todas luces injusta. «Se encuentra en un colectivo vulnerable, tiene discapacidad y es deportista de elite, no entendemos por qué ha ido todo más rápido», insiste el técnico toledano.

Christian Epitie nació en Móstoles y está empadronado en la localidad toledana de Chozas de Canales, pero tiene pasaporte ecuatoguineano. Sin embargo, sus padres, naturales del país centroafricano, no regularizaron su situación cuando nació, y, según la normativa española, tendría que hacerlo al cumplir los 18 años.

Actualmente, tiene permiso de trabajo y NIE, pero no el DNI que le acredite como ciudadano español y le permita participar en competiciones internacional con la selección española. Es verdad que sí que pudo hacerlo en algún Europeo de atletismo hace unos años, pero por un vacío legal que se corrigió posteriormente y que se acabó convirtiendo en una traba.

De hecho, después de elegir finalmente el fútbol, Epitie ya se perdió los pasados Juegos Mundiales Virtus, a los que podría haber acudido como parte del equipo español de discapacitados intelectuales, dirigido precisamente por Ricardo Bolaño. Pero los papeles seguían sin llegar.

En la antesala de los Juegos Europeos de Invierno, que se celebrarán a principios de marzo en la ciudad polaca de Zakopane, su entrenador ha querido levantar la voz para ver si es posible que se complete el trámite. Se ha puesto en contacto con los presidentes de Fecam y Feddi, las federaciones regional y nacional de discapacitados, y hace unos años incluso con el Consejo Superior de Deportes, al entender que podía ser de su interés un deportista con potencial en torneos internacionales.

Sin embargo, parece que, a falta de un trámite, la jura de bandera, todo se fue al traste por una comunicación de la que ni el deportista, ni su entrenador, ni el abogado llegaron a tener constancia. ¿Las dos opciones que se presentaron? Alegar o iniciar de nuevo la solicitud. La primera hubiera sido incluso más larga que el proceso habitual, así que Ricardo Bolaño decidió empezar de nuevo. «Estoy convencido de que es poner un papel al principio del montón, y ya, porque lo tiene todo el regla», insiste su entrenador.