Una incidencia puntual en el cementerio municipal, que finalmente ha sido solventada hoy sin que llegase a producirse, ha avivado tensiones políticas entre el PP y el PSOE y ha obligado a la concejala de Obras, Servicios, Parques y Cementerio, Loreto Molina, a ofrecer explicaciones tras la denuncia del Partido Socialista horas antes apuntando la falta de enterradores y el problema de una familia que no podía enterrar a su allegado en el plazo habitual, pasadas 24 horas del fallecimiento. Algo «inaudito e inadmisible» para la oposición, sobre todo, cuando ni en pandemia ocurrió algo similar.

El PSOE ha tachado de «falta grave de diligencia profesional» y ha responsabilizado al alcalde y a su equipo de Gobierno por esta situación. Si bien, Molina explicó esta mañana que se han producido varias bajas laborales en el personal del cementerio en los últimos días, se establecieron las sustituciones necesarias, pero uno de los trabajadores que ya se iba a dar de alta continúa de baja, con lo que ha estado a punto de producirse una  incidencia que finalmente se ha resuelto para que se pudiera llevar a cabo el enterramiento esta tarde con total normalidad de la persona fallecida de esta familia que podía haber sido afectada.

En este caso, la concejala de este área recordó que el personal del cementerio trabaja todos los días del año gracias a un sistema de turnos que garantiza los enterramientos, pero lo cierto es que la baja médica de varios trabajadores ha complicado puntualmente la realización del servicio, con lo que tiene claro que es necesario «reflexionar» y buscar otra fórmula para cubrir las bajas que garantice que ningún turno pueda quedar descubierto. 

En este tema, Molina admitió que con esta incidencia se ha puesto de manifiesto que «el sistema de sustitución de bajas a los cinco días no es eficaz» y el problema ha surgido ahora, pero también podría haberse manifestado cualquier día en la anterior legislatura. 

Por este motivo, la concejala pide respeto a la oposición y «algo más de delicadeza con un tema tan sensible porque a quien se le hace daño es a las personas afectadas». Molina no entiende que una posible incidencia de esta naturaleza pueda dar réditos políticos.