Según el calendario previsto, este mes de febrero se tendrían que haber aprobado las modificaciones de las Normas de Explotación del Trasvase. No ha sido así y Junta y Cátedra del Tajo UCLM-Soliss apremian para su modificación, porque «ya vamos tarde», puntualizan.
La Consejería de Desarrollo Sostenible ha remitido una carta a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la que le ha pedido que se convoque la mesa técnica que defina los parámetros de la modificación de las Normas de Explotación del Trasvase. En la misma misiva, la consejera Mercedes Gómez ha pedido la convocatoria de las reuniones para estudiar estas modificaciones, «negociación, diálogo y transparencia, pero eso no puede servir para retrasar más lo inevitable, que hay que acometer la modificación de las reglas de explotación, porque la situación es inevitable, en una situación insostenible».
Así lo ha explicado Gómez en un desayuno informativo de la Cátedra del Tajo de la UCLM y Fundación Soliss. Cierto es, ha reconocido la consejera, que el Gobierno ya ha contemplado caudales ecológicos en todas las masas de agua de la cuenca, sino que ha modificado las Normas de Explotación en situación de normalidad, para pasar de los 37 hectómetros cúbicos mensuales a 28. «Pero esto no es suficiente, porque ¿qué sucede con los escenarios de excepcionalidad y con la posibilidad de no traspasar?». Gómez argumentó que la capacidad de trasvasar ha mermado sustancialmente con el cambio climático y en la cabecera del Tajo ya no hay medias de mil hectómetros cúbicos embalsados, sino de seiscientos y bajando.
Cantidades. En esa carta, la Junta no ha puesto cifras sobre la mesa, el agua a trasvasar lo deja al criterio técnico. ¿Qué dicen los técnicos? Beatriz Larraz, directora de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, explicó que ya presentó en noviembre una propuesta para la modificación de las Reglas del Trasvase, que pasa por bajar los 27 hectómetros en nivel 2 de normalidad a 16, 13 y 11. En nivel 4, se podría pasar de los 20 a 8, lo que «sería la solución para que Entrepeñas y Buendía pudiera desarrollarse económicamente».
Gómez también ha apostado por unas reglas de Explotación «flexibles». Pide unas normas que se puedan adaptar en cada momento a la situación. A su juicio, podrían darse situaciones en las que el trasvase máximo sea cero, cuando así lo marque la excepcionalidad. Algo que también se mostró partidaria de cambiar, igual ya 400 hectómetros entre Entrepeñas y Buendía se queda corto, «habría que subir esa cifra».
Larraz también ha sido muy contundente argumentando que se puede hablar y dialogar siempre, pero eso no puede ser excusa para retrasar aún más la modificación de las Normas. Además, apuntó que sus propuestas de modificación corresponden a la capacidad que le permite la actual ley. Si hubiera una mayoría en el Congreso, también pediría trasvase cero en momentos de excepcionalidad.