La suya es una de esas vidas a caballo entre la historia y la leyenda, la de la princesa noruega que, se cuenta, llegó a Castilla con la intención de dar a Alfonso X el hijo varón que le negaba el destino, y ayudarlo a ser emperador. Pero tras un largo viaje de tres meses, encontró al rey toledano con su anhelado vástago, y ella se tuvo que casar con uno de sus hermanos, el infante Felipe de Castilla, según algunas fuentes, mujeriego, que la abandonaba largos periodos, y así murió en Sevilla, tan lejos de la nieve, a los 28 años, quizás de tristeza, afirma la leyenda.
Kristina de Noruega regresa esta noche a Toledo reencarnada en su compatriota Ellen Lange, vecina de la ciudad. Lo hará en el Salón Rico, de la mano del Laboratorio de Talentos, desde las ocho de la tarde, en un espectáculo titulado 'El Viaje de Kristina'. Se trata de acción escénica con pintura en directo, un concierto multiarte, con la propia Lange en la performance, canto y pintura en directo, y Emilio García en la composición, guitarra y looper.
La performance convocará dos ramas artísticas ejecutadas en directo, una pintura que rezuma misticismo, expresión y sentimiento invocando al Greco; y una música, que propone una ejecución en directo evocando entre otros, al gran Paco de Lucía, quien estuvo radicado por un tiempo en Toledo.
La princesa Kristina de Noruega vuelve esta noche a Toledo - Foto: David PérezEsto, apunta Lange, se entrelaza con la historia de dos reinos hermanados, Noruega y España, mediante el rey Alfonso X el Sabio, nacido en Toledo, quien pidiera el apoyo al rey Haakon de Noruega, quien envío a la princesa Kristina y su corte en 1257, para negociar y hermanar ambos reinos. Así nace la historia del viaje de Kristina, casi con toda seguridad, apunta la artista, tuvo que pasar por Toledo durante su viaje a Sevilla.
Kristina, hoy. La princesa Kristina se encuentra hoy enterrada en la colegiata de Covarrubias, localidad de la que su marido había sido abad antes de dejar su vida eclesiástica para el matrimonio. Así se la descubrió, para sorpresa de todos, en los años setenta.
El legado de Kristina permanece vivo gracias a la Fundación Princesa Kristina, que busca unir lazos culturales entre España y Noruega. El padre de Lange, Erik, fue impulsor de esta Fundación en 1992 y ella pertenece a su Patronato. Y cerca de Covarrubias se eleva ya también la capilla de San Olav, patrón de Noruega, que parece el santo favorito de Noruega. Felipe le prometió ese templo, que a la postre se edificó mil años después.
Como legado de aquel primer contacto de Noruega y Castilla, el país nórdico celebra este 2024 el 750 aniversario de su primera ley nacional, el 'Landsloven', que otorgó el hermano de Cristina, el rey Magnus Lagabote, inspirándose en las leyes castellanas de Alfonso X.
Los próximos 5 y 6 de octubre Covarrubias vivirá el festival Notas de Noruega, donde se rinde homenaje a la princesa.